ONU denuncia que el Gobierno cubano amenaza regularmente a sus médicos en el extranjero

Nuevamente las condiciones de explotación a la que son sometidos los médicos cubanos que participan en misiones médicas fueron expuestas, esta vez por la oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU).

El organismo denunció que además de las largas jornadas que debían cumplir, los galenos no recibían la mayor parte de su salario, que era entregado al régimen, además de que sufrían el constante acoso y vigilancia de las autoridades cubanas.

Los profesionales reportaron que reciben amenazas de manera “regular” y en el caso de las mujeres que incluso son víctimas de acoso sexual, detalla Diario Libre.

El informe fue presentado por dos relatoras especiales, que señalan que las condiciones de trabajo de los cubanos es de esclavitud, definición que incluye también el origen y las consecuencias de ese estatus, que clasificaron como trata de personas.

“Afirman que en muchos de los países que se benefician de una misión de internacionalización, los médicos cubanos no recibirían un contrato de trabajo o si los tuvieran no siempre recibirían una copia del mismo”, explicó Urmila Bhoola, relatora especial.

Como ya se ha denunciado en otras ocasiones, señalaron que el régimen cubano se queda con aproximadamente tres cuartas partes del salario de los médicos.

“En los países donde el gobierno anfitrión paga directamente al trabajador cubano, éste debe devolver al Gobierno de Cuba un porcentaje de su salario que aumentaría al 75% o hasta el 90% de su salario mensual. En muchos casos, el salario entregado a los trabajadores médicos no permitiría vivir dignamente; Además, el Gobierno de Cuba estaría ‘congelando’ una parte del salario que los médicos pueden acceder únicamente tras su regreso al país pero, según información recibida, muchas veces no reciben de la totalidad del monto que les corresponde”, señala el documento publicado por el Alto Comisionado.

Bhoola y Grazia Giammarinaro describen que los profesionales trabajan hasta 64 horas semanales, lo que ilustra la explotación laboral a la que están sometidos, además de que la libertad de movimiento en el país de destino estaría restringida y bajo vigilancia por funcionarios del gobierno de La Habana.

Entre las restricciones que enfrentan, los profesionales tienen además limitado el derecho a la privacidad, incluyendo la comunicación y las relaciones sostenidas con personas nacionales y extranjeras durante las misiones de internacionalización.

Al principio, los profesionales podrían regresar a Cuba de vacaciones una vez al año pero dicho viaje sería muchas veces considerado como premio o según las circunstancias, podría ser negado como una forma de castigo, relataron.