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Más de 20 pacientes psiquiátricos se quedan sin medicamentos en Centro Habana
La excusa de los directivos del policlínico Luis Galván Soca fue decir que esto sucede por falta de “recetas especiales”
Según los directivos del policlínico Luis Galván Soca, más de veinte pacientes con trastornos psiquiátricos residentes en el consejo popular Colón, de Centro Habana, se habrían quedado durante el pasado mes de julio sin sus medicamentos por falta de “recetas especiales”.
De acuerdo con Diario de Cuba, el Trihexifenidilo, catalogado como estupefaciente, es uno de los medicamentos prescritos en el tratamiento de estos pacientes, y requiere para su adquisición en la farmacia, además del tarjetón que se expide para “medicamentos controlados”, una “receta especial” que cada mes deben recoger en sus respectivas consultas.
Para el diagnosticado con esquizofrenia, Luis Herrera Paz, “todo el peloteo”, que recibieron varios de estos pacientes entre los especialistas del policlínico y los funcionarios del Centro de Salud Mental en el territorio, se debe a que han hecho negocios con los medicamentos.
“Yo creo que vendieron los medicamentos y ahora están justificándose con el absurdo de que no hay recetas, pero eso es una mentira porque averiguamos con amistades nuestras y ellos compraron sus medicinas sin problema de ningún tipo”, afirmó Herrera y agregó que “incluso en el Centro de Salud Mental (municipal) nos dijeron que el problema de las recetas era en todo el país”.
Las consecuencias de la falta de este tipo de medicamentos van desde presentar signos evidentes de descompensación, hasta comportamientos violentos y posibles acciones lesivas contra su propia persona.
Con un poco de buen humor, Armandito, otro diagnosticado como esquizofrénico, expresó con un poco de buen humor que “algunos de nosotros fuimos solidarios y compartimos la mitad de la dosis mensual con conocidos nuestros del barrio Colón. Así la locura nos tocó a menos… los locos nos conocemos todos”.
La escasez general de medicamentos se agudizó en el mes de julio, cuando el gobierno cubano reconoció que había «malestar» en la población luego de que 47 medicinas han desaparecido de las farmacias.
