Papa Francisco realiza misa dominical por la tristeza del coronavirus

El Papa Francisco realizó su habitual misa dominical desde la Ciudad del Vaticano, esta vez desde una iglesia nuevamente vacía ante el estado de cuarentena que vive Roma y todos los italianos por la pandemia global de coronavirus.

Sobre ello el Santo Padre animó a rezar por los que sufren tristeza como consecuencia de la situación de incertidumbre causada por la pandemia de coronavirus.

“Rezamos hoy, en esta Misa, por todas las personas que sufren la tristeza porque están solas o porque no saben qué futuro les espera, o porque no pueden sacar adelante a la familia porque no tienen dinero, porque no tienen trabajo. Hay mucha gente que sufre tristeza. Por ellos, rezamos hoy”, dijo el Pontífice.

Es preocupación del Sumo Pontífice las familias necesitadas, pues son ellas “las más expuestas a las consecuencias del deterioro económico como consecuencia de la pandemia”. Es sabido que ante calamidades como esta “son además víctimas de los usureros que se aprovechan del drama causado por el coronavirus para obtener más beneficios explotando a los más vulnerables”.

#OremosJuntos por todas las personas que sufren la tristeza porque están solas, o porque no saben qué futuro les espera, o porque no pueden sacar adelante la familia pues no tienen trabajo. Recemos hoy por todas ellas.

— Papa Francisco (@Pontifex_es) April 26, 2020

Francisco también tuvo palabras de alientos para los profesionales de los servicios fúnebres “que sienten el dolor de esta pandemia muy cerca”; así como para “los profesores y los maestros que deben impartir sus lecciones a distancia por medio de Internet, y también por los estudiantes, que deben enfrentarse a los exámenes en esta situación”.

Para el Santo Padre es importante confiar en Dios en estos momentos y “dejar de orbitar sobre uno mismo, sobre las decepciones del pasado, los ideales no realizados, a tantas cosas malas que han sucedido en nuestras vidas, y muchas veces orbitamos y orbitamos alrededor de eso. Dejemos eso”.

Antes de concluir su misa el Papa reflexionó que “en la vida estamos siempre en camino, Descubriremos que no hay imprevisto, no hay ascenso, no hay noche que no podamos afrontar con Jesús”.