Piden 1.5 millones de dólares de rescate por los médicos cubanos secuestrados

Una publicación en el periódico keniano Citizen Digital informa que la milicia que secuestró hace unas semanas a dos médicos cubanos está pidiendo de rescate un total de 150 millones de chelines (moneda local), lo que es equivalente a 1.5 millones de dólares.

En la nota se menciona que los galenos Landy Rodríguez y Assel Herrera fueron privados de su libertad por elementos del grupo islámico Al Shabbaab y ahora se encuentran en alguna zona ubicada entre las poblaciones de Buale y El-Ade, en la región de Jubaland en Somalia.

Toda esta información fue revelada de manera pública por los ancianos de la comunidad de Mandera, quienes han hecho la labor de negociadores desde que se confirmó el secuestro de los médicos.

“Los dos están vivos y ofrecen tratamiento a la comunidad en un ambiente restringido”, aseguraron los ancianos que han regresado a dicha zona para continuar con las tareas de negociación.

Fuentes anónimas del rotativo que trabajan en la inteligencia local han señalado que cabe la posibilidad de que los médicos fueron secuestrados por un grupo de bandidos y días después los entregaron a milicianos de Al Shabbaab.

A pesar de que ya se está manejando una cantidad en este caso, el gobierno de Kenia continúa en la postura de no pagar a los secuestradores y tratar de rescatar a los médicos, sin importar lo que se diga en las negociaciones.

“No alentaríamos el pago del rescate a los delincuentes como una cuestión de procedimiento porque eso alentaría los secuestros. Usaremos los métodos previstos por la ley mientras cumplimos con nuestros deberes», dijo Charles Owino, portavoz de la Policía Nacional de Kenia.

El pasado 12 de mayo se cumplió un mes de que fueron secuestrados Rodríguez y Herrera y, hasta el momento, se sabe del trabajo conjunto de Kenia y Somalia para el rescate, pero por parte del gobierno cubano las informaciones han sido mínimas.

Los médicos llegaron a Kenia en un grupo de 100 colegas cubanos el año pasado y su privación de la libertad ocurrió cuando se encaminaban a sus centros de trabajo y fueron interceptados. En el momento del secuestro murieron dos policías que hacían la labor de escoltas.