Polémica de altura: Hotel K23 en Cuba será cinco estrellas con más de 500 habitaciones

Sobre los vientos huracanados que podría soportar, los especialistas afirman que el modelo del edificio fue sometido a una prueba de túnel de viento en París. (Captura de pantalla: Antinojo Camara – YouTube)

El Hotel K23 que se construye en pleno Vedado, frente a la heladería Coppelia, está previsto para contar con más de 500 habitaciones con todo el lujo de la categoría cinco estrellas, y según un reciente reporte de Juventud Técnica, será el “edificio más alto de Cuba”, pero no ha estado exento de polémica.

Proyectado y construido por la Empresa Inmobiliaria Almest del Grupo de la Administración Empresarial S.A (Gaesa), en manos de los militares cubanos, la edificación comenzó a ser conocida entre los habaneros como “la torre López-Calleja”, en referencia al yerno de Raúl Castro, quien dirigió el conglomerado castrense hasta su repentina muerte.

🏨Descubre los nuevos detalles sobre el hotel K23, que se construye en el conocido “hueco de 23”, cerca del Habana Libre y frente de la heladería Coppelia: pic.twitter.com/4Pg1AMlHtW

— Juventud Técnica (@JuventudTecnica) May 16, 2023

Precisamente, parte de la población ha cuestionado la decisión política de continuar invirtiendo en más hoteles cuando las habitaciones ya disponibles en todo el país no rebasan el 20% de ocupación. Otros apuntan a preocupaciones específicas del diseño del K23, como su irrupción en el paisaje arquitectónico de La Habana, el peligro de esa gran altura ante el paso de huracanes y el diseño de cristalería que con la incidencia del sol irradia calor en toda la zona aledaña.

Juventud Técnica se apoya en el arquitecto Osviel Carrillo, de la Empresa de Proyectos de La Habana, para indicar que el rascacielos que se erige justo en la intercepción de las calles K y 23 de la capital no contrasta con su alrededor, pues es similar “a la arquitectura cubana más valorada internacionalmente, como el edificio Focsa y el Hotel Tryp Habana Libre”,

El Hotel K23 es de hormigón armado, como la mayoría de las edificaciones de la ciudad. El ingeniero Alfredo Ledón argumenta que se utilizó el de “50 Megapascals (MPa)” que brinda mayor resistencia, a diferencia de los 25 MPa, que comúnmente se usan en la construcción cubana.

“Este, como es el edificio más alto de la ciudad, con otros rasgos que lo hacen complejo, se decidió trabajarlo con 50 MPa, o sea, el doble del hormigón con el que estamos habituados a laborar”, añadió.

Sin embargo, hacer este tipo de construcción ha traído retos, pues es la primera vez que se intenta ir tan alto. “Aquí hay columnas de ocho mil toneladas, ocho veces más de lo que habíamos construido previamente, por ejemplo, en el Centro de Negocios de La Habana, que es de aproximadamente mil toneladas. Nosotros hicimos una prueba piloto hasta que fallaron, para comprobar su resistencia y calibrar los análisis que habíamos hecho. Eso nos permitió un reajuste del diseño de los demás pilotes de cimentación, para ganar en resistencia y seguridad”, afirma Ledón.

🌬K23 fue sometido a la prueba de túnel de viento, herramienta que sirve para estudiar las resiones de vientos sobre los edificios.

Lee el artículo completo 📍https://t.co/5hM1zYC6EC pic.twitter.com/zsv9ubWuIJ

— Juventud Técnica (@JuventudTecnica) May 16, 2023

Sobre los vientos huracanados que podría soportar, los especialistas sostienen que el modelo del edificio fue sometido a una prueba de túnel de viento en París, Francia.

Allí se estudiaron “las presiones de vientos sobre los edificios, el comportamiento dinámico frente a estos, así como la dispersión de contaminantes”. La estructura pasó las pruebas referentes a un huracán categoría cuatro.

De acuerdo con el ingeniero a cargo, “la esbeltez (relación entre su altura y su ancho), resulta un factor importantísimo al diseñar un edificio elevado. Mientras más esbelto sea, más sensible al viento. Un inmueble robusto, bajo en altura y con una relación altura-ancho grande, prácticamente no se da cuenta ante el impacto de un huracán”.

Con relación a la fachada, se aplicó la versión de diseño de “muro cortina”, que es un sistema fabricado con perfilería de aluminio y recubierto con cristales. Esta tipología permite una cámara de aire entre la estructura de hormigón y la cristalería.

Carrillo asegura que de tal manera se favorece una correcta ventilación, contribuyendo a lograr la temperatura óptima en el interior del edificio, además de un mejor aprovechamiento de la luz natural.