Precios desorbitados en Cuba: un colchón de cuna cuesta más de 11 mil pesos

El alto costo de los productos en Cuba es un gran problema para la mayoría de los ciudadanos, que reciben bajos salarios por parte del régimen. (Foto: Periódico Cubano)

La situación económica en Cuba sigue generando preocupación y malestar entre la población. Recientemente, una denuncia sobre los exorbitantes precios de los productos ha vuelto a poner de manifiesto las dificultades que enfrentan los residentes en la Isla. Un ejemplo impactante es el costo de un colchón de cuna, que alcanzó una cifra desorbitada en algunas tiendas de Guanabacoa.

El periodista Alberto Arego compartió en redes sociales la denuncia de una persona de La Habana, que prefirió mantener el anonimato, al señalar que dicho tipo de colchón costaba unos 11.246.25 pesos cubanos. En el post, otros usuarios señalaron que en algunas ciudades los precios son aún más altos o el producto se encuentra desabastecido.

«Tiene mucha razón, tengo un niño de ocho meses y nunca hay colchones. Todo es para casos sociales. El niño duerme conmigo, no tengo muchos recursos, soy madre soltera», expresó una afectada de Bayamo, quien tiene dos hijos pequeños.

El malestar ante esta situación se hace notar en la población. Muchos consideran que los precios están fuera del alcance de la mayoría y exigen una solución. «Ya se están pasando demasiado. Mi nieta todavía no ha usado el colchón de cuna y ya cumple un año. Pero a ese precio yo no lo pago, es más, yo se lo regalo, que se lo metan por donde les quepa tanto el que lo vende como el que le puso el precio», afirmó un ciudadano indignado.

Algunas familias se ven obligadas a improvisar soluciones para que sus hijos puedan dormir con comodidad. «Ya a los niños tienen que hacerle una hamaca para que duerman porque esto no hay quien lo siga», lamentó otra persona afectada por la situación.

Estos altos precios, sumado a la dificultad para adquirir productos básicos, reflejan los bajos salarios que perciben los residentes en la Mayor de las Antillas, así como la gran escasez generalizada que atraviesa el país. Precisamente, la falta de opciones ha provocado un aumento desproporcionado en el costo de la vida.

«¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar un trabajador para poderse comprar uno de estos para su niño? ¡Ah, y dejar de comer! Para cuando lo logre ya debería estar muerto. Qué país», expresó un ciudadano preocupado.

Los altos precios en las tiendas estatales han dejado a muchos cubanos sin opciones viables para adquirir elementos tan necesarios en el hogar. «Las sábanas se venden a 1.600 pesos, las toallas a 900 y hasta 1.000 pesos. He visto a ancianas llorar por no tener y no poder comprárselas», lamentó una cubana.