“Pusimos la balsa en el agua y la empujamos por siete horas”: habla uno de los balseros que llegaron a Cayo Hueso

Los balseros lograron permanecer en EEUU tras pasar la prueba de «miedo creíble».(Collage: Telemundo 51)

Uno de los 14 balseros cubanos que lograron tocar tierra en Cayo Hueso el pasado 8 de septiembre ha contado cómo fue que pudieron escapar de la Isla y llegar hasta territorio estadounidense.

El hombre, identificado como Miguel Mendoza, le contó a Telemundo 51 que el grupo fue atrapado por las autoridades a unas cuantas cuadras de la emblemática boya, pero pasaron la prueba de «miedo creíble», por lo que se les permitió permanecer en Estados Unidos para solicitar asilo político.

Mendoza explicó que el viaje comenzó a planearse desde hace meses, tiempo en el que construyó la embarcación junto a otros 10 hombres y tres mujeres.

Tras completar el navío, el grupo lo arrastró por un río durante una distancia considerable, para posteriormente salir a toda velocidad desde el Mariel, una de las zonas más vigiladas por las autoridades en Artemisa.

“Pusimos la balsa en el agua a las 10:30 de la noche y la empujamos por un río por siete horas (…) se le puso la velocidad y arrancamos completamente con destino para acá. Toda la travesía fue bien, teníamos agua, comida y chalecos salvavidas”, declaró.

Durante la madrugada del día siguiente, lograron arribar a Cayo Hueso, donde una cámara de seguridad captó el momento en el que las 14 personas subieron al muelle y comenzaron a correr.

“Te digo algo, cuando entramos a Cayo Hueso era ‘pellízcame’, ‘lo logré, lo logré’… en ese momento no te da tiempo ni de mirar, sabes que llegaste y es mándate a correr”, añadió.

Mendoza indicó que luego de ser descubiertos por las autoridades, el grupo refirió que había escapado de Cuba y quería pedir asilo.

“Nos paran, sé hablar inglés y explico que llegamos… y de Cayo Maratón nos hicieron los documentos pues pedimos asilo político y pasamos al (centro de procesamiento) Krome”, precisó.

Así pues, deberán ir a juicio para poder obtener el anhelado asilo político, para poder residir de manera legal en EEUU.

Al ser cuestionado sobre los motivos por los cuales decidieron arriesgar sus vidas para intentar llegar a territorio norteamericano, el balsero señaló la crisis económica que afecta al país y los recientes actos de represión ocurridos el 11 de julio.

“Para ser sincero, como está la política, la represión, la necesidad, el hambre. Nada de eso es mentira. Yo tengo 28 años y no puedo expresar lo que yo pienso, ¿para qué vivir oprimido? (…) comenzaron las protestas y había que estar escondido para que la policía no te viera, ya eso no da más”, dijo Mendoza.

El joven se encuentra actualmente en Naples con algunos familiares, donde a pesar de estar como indocumentado, asegura sentirse más seguro que en Cuba.

“Estoy en el país de las libertades y sin miedo puedo caminar por la calle. Aunque sea una persona indocumentada estoy tranquila porque veo a la policía y no le tengo miedo”, aseveró.

Mendoza reconoce que tuvo suerte durante su viaje, pero afirma que valió la pena, pues por primera vez en su vida se siente libre.

“Sin temor a que nadie me diga, sin temor a la policía como muchas veces han hecho en Cuba, donde van a tu casa a intimidarte, yo vine para sentirme libre”, sentenció.