Raymond López y la pasión por los relojes de lujos

La finura de las piezas “enamoró” a Raymond desde el inicio, lo que lo hizo comenzar a buscar relojes suizos de lujo, para tratar de iniciar su propia colección. (Foto: Cortesía de Raymond López)

Raymond López es un empresario cubano que logró convertir su mayor pasión en reconocimiento, en un sector tan grande como es la colección de relojes de lujo.

Un inicio duro

La historia de éxito de López comienza con el trabajo duro y honesto. Como todo inmigrante comenzó con trabajos pesados y amplias jornadas laborales a su llegada a Estados Unidos.

Raymond trabajó como empacador en Winn Dixie, como valet parking en restaurantes de Miami, asistente y eventualmente, gerente de recepción.

En entrevista para la revista Voyage Mia, comenta que trabajaba los siete días de la semana, y los fines de semana eran además con jornadas de 12:00 a 00:00.

Entre su trabajo en carpintería para el que debía levantarse a las 5:00 am, las clases de inglés que tomó en un inicio, y eventualmente su carrera en la Miami-Dade College, Raymond prácticamente no tenía tiempo libre.

Tras casi completar los créditos para su título de asociado, con 52 de 60, el hasta entonces empleado dejó de lado la carrera por comenzar de lleno en la vida empresarial.

El amor por los relojes

En 2012 comenzó en la industria inalámbrica, con la venta y reparación de teléfonos celulares en su propia tienda, misma que a la fecha mantiene, y que se ubica en una zona de clase media alta.

Fue ahí donde surgió su gusto por los relojes, luego de uno de sus clientes le llevara algunos para cambiarle las pilas y él reconociera que una de las piezas era un Panerai.

La finura de las piezas “enamoró” a Raymond desde el inicio, lo que lo hizo comenzar a buscar relojes suizos de lujo, para tratar de iniciar su propia colección.

Si bien suena a un pasatiempo costoso, Raymond aclara que lo ve más bien como una inversión, pues los relojes pueden ser un “seguro” para el futuro, al mantener su valor en el mercado y muchas veces incrementarlo con el tiempo.

Comenzó a comprar piezas para sí mismo y como parte del proceso, comprendió las dificultades de los coleccionistas y amantes de los relojes.

De esta manera consiguió además conocer gente, tanto buenos distribuidores, como un confiable relojero que lo ayuda a mantener sus piezas siempre en perfecto estado.

Para cuando las restricciones por coronavirus lo hicieron cerrar su negocio temporalmente en 2020, afloró su gusto por el coleccionismo y el ingenio para volverlo una fuente de ingresos como asesor de coleccionistas.

Comenzó a comprar piezas para sí mismo y como parte del proceso, comprendió las dificultades de los coleccionistas y amantes de los relojes. (Foto: Cortesía de Raymond López)

El nacimiento de su negocio en línea

Buscando como mantener su negocio cerrado que seguía generando gastos, Raymond ofertó su conocimiento y asesoramiento a un coleccionista de internet. Le siguió otro, que tardó algo más, pero también le contacto.

Así descubrió el potencial que tenía para buscar clientes y ayudarlos a encontrar relojes, brindándoles la seguridad de no ser estafados, al encontrar piezas originales, de calidad y a un precio competitivo por no cobrar el excedente de las grandes tiendas distribuidoras.

“Es un escenario en el que todos ganan. Hago felices a los clientes mientras aumento la calidad de las piezas que guardo en mi colección”, señaló al citado medio.

Actualmente, mantiene una cartera de clientes muy exclusiva y de experiencias muy individuales, se encuentra perfeccionando una plataforma virtual desde donde podrá potenciar el valor de las colecciones.

Por un lado, ofrece a sus clientes la facilidad de no tener que buscar ellos mismos lo que necesitan; pero por otro les garantiza la seguridad de que encontrarán piezas verdaderas, de calidad y en perfecto estado.