Régimen «culpa» a los ciudadanos por las alarmante cifras de accidentalidad en Cuba durante el 2022

El régimen cubano ha «culpado» a los ciudadanos por las alarmantes cifras de accidentalidad registradas en Cuba durante el transcurso del año 2022.

De acuerdo a la información ofrecida a medios oficialistas por el coronel Roberto Rodríguez Fernández, jefe del Órgano especializado de Tránsito, de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), han acontecido más de 7 mil hechos de este tipo, de los cuales resultaron fallecidas 507 personas y 5 mil 498 heridos.

Sin embargo, más allá de las estadísticas, resalta la intención de ubicar como la principal causa de este flagelo en la Isla, a que los choferes no prestan la debida atención a la conducción del vehículo, el irrespeto al derecho de vía y el exceso de velocidad.

El oficial recalcó que el elemento humano es el máximo responsable, derivado de la «pérdida de concentración por parte del chofer cuando habla por el celular, enciende un cigarro o un tabaco, conversa con sus acompañantes o realiza otra acción que lo entretenga».

Asimismo, que impacta el hecho de ignorar el derecho a la vía, las señales de pare (STOP), ceda el paso, cambiar de senda o carril, hacer giros inadecuados, aumentar la velocidad, en particular cuando el pavimento está mojado o resbaladizo, la escasa percepción de riesgo de peatones y choferes.

De estas revelaciones, no asombra que una vez más las autoridades mencionen en último lugar las vías en mal estado y el parque vehicular envejecido, entre otros factores.

Precisamente, ha sido una estrategia reiterada restarle importancia a estas causantes y atribuir la culpa, como es habitual, al embargo estadounidense, el que a decir de las autoridades ha imposibilitado el mejoramiento de estas vías y los vehículos viejos, cuyo mejoramiento y renovación requieren de recursos materiales.

Hasta la culpa de los accidentes es del embargo

En la nota del portal Cubadebate se indica que las estadísticas hasta la fecha, reflejan una ligera disminución en relación con periodos similares de años anteriores, no obstante se reconoce que aún falta mucho para incrementar la percepción de riesgo de los ciudadanos.

Si bien es cierto que el hombre o mujer al volante, impacta en la ocurrencia de los accidentes y pueden evitarlos de ser posible, también es innegable que las carreteras cubanas y las arterias citadinas son un completo desastre.

Ejemplo de ello es que hace apenas unos días, una ambulancia perteneciente al sistema de salud cubano se impactó contra una parada de autobús en la Vía Blanca, en La Habana. En el post que revela hecho se infiere que pudo ser por el mal estado en el cual se encuentra la carretera, unido a un derramamiento de combustible, lo que hizo que el conductor perdiera el control del vehículo.

Igualmente, en julio pasado dos personas fallecieron cuando el camión en el que viajaban por la Carretera Central en las “inmediaciones de Ciego de Ávila con Camagüey”, en un “lugar próximo al Centro de Gaspar” se impactó contra un árbol tras salirse de la vía al intentar esquivar un enorme bache.

La doble moral del gobierno de la Isla es tanta que el jefe del Órgano especializado de Tránsito expuso a Cubadebate la estrategia de Cuba «para el período 2018-2030 con vistas a reducir en un 50 por ciento los accidentes, muertos, lesionados y las pérdidas económicas que provocan, con la finalidad de lograr una inclusión efectiva de la educación vial en todos los niveles del sistema de enseñanza».

Mientras subrayaba que de cumplirse dicha estrategia, Cuba estaría entre los países con bajos índices de accidentalidad, jamás mencionó la responsabilidad que tiene el estado para con sus ciudadanos.