Rescatan a familia cubana en una zona desértica de la frontera entre EEUU y México

Los migrantes en el desierto corren el riesgo de sufrir deshidratación, hipotermia o el ataque de algún animal venenoso. (Captura de pantalla: Fari Descubre – YouTube)

En un operativo de rescate realizado minutos antes de la medianoche de ayer domingo, agentes de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano lograron rescatar a una familia cubana que había sido abandonada en una zona desértica cercana a la línea fronteriza entre México y Estados Unidos.

Según el reporte del medio local El Imparcial, en la misión también participaron oficiales de la patrulla fronteriza del sector centro y policías mexicanos municipales. La familia se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad, caminando sin rumbo entre la oscuridad del desierto y enfrentando las adversidades geográficas y las bajas temperaturas propias de la zona.

Este núcleo estaba conformado por una niña de 9 años, una adolescente de 13 años, dos mujeres adultas y un hombre. Ellos comentaron a las autoridades que habían sido llevados a esa zona por presuntos traficantes de indocumentados bajo la promesa de ayudarlos a ingresar a territorio estadounidense. Sin embargo, fueron cruelmente abandonados en medio de la nada.

Las autoridades mexicanas, con el apoyo de la Unidad de Violencia Familiar y Género, brindaron protección integral a la familia y los trasladaron a la comandancia central para garantizar su seguridad, proporcionarles alimento y refugio, mientras se coordinan con el Instituto Nacional de Migración (INM) para llevar a cabo las averiguaciones y los trámites correspondientes.

Este rescate es un recordatorio de los peligros a los que se enfrentan los migrantes que buscan una vida mejor en EEUU, enfrentando desafíos mortales en su camino hacia el sueño americano.

A pesar de los esfuerzos de la administración de Joe Biden para promover vías legales de ingreso al país, la crisis migratoria sigue sin estar bajo control. Un total de 309.221 migrantes fueron inspeccionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en la frontera sur de EEUU durante el mes de octubre, lo que representa una disminución del 14% en comparación con septiembre, pero sigue siendo una cifra alarmantemente alta.

Desde la llegada del demócrata a la Casa Blanca, alrededor de ocho millones de migrantes han ingresado a la nación norteña, lo que plantea un desafío significativo para las autoridades y la seguridad fronteriza.

El comisionado interino de CBP, Troy Miller, ha hecho un llamado al Congreso para aprobar 13.600 millones de dólares destinados a fortalecer la seguridad fronteriza y abordar la avalancha de migrantes. Como parte de las medidas para frenar la migración, el gobierno norteamericano también decidió reanudar los vuelos de deportación hacia Venezuela y Cuba.