Revelan detalles ocultos sobre la vida de la hija del defenestrado Alejandro Gil Fernández

Laura María Gil González, hija del defenestrado Gil Fernández. (Foto Cortesía Darwin Santana)

Una reciente investigación del influencer Darwin Santana reveló detalles ocultos sobre la vida de privilegios de la hija del defenestrado ministro de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández.

En su canal de YouTube, El Mundo de Darwin, el creador de contenido publicó imágenes de Laura María Gil González posando delante de un lujoso carro de una empresa constituida bajo Sociedad Anónima (S.A.).

Al fondo de la imagen, se aprecia la casa que el régimen castrista le asignó a Gil Fernández cuando ocupó el cargo. La propiedad, que tiene hasta una cancha de basquetbol privada, está situada en una lujosa residencia en Miramar, La Habana.

La asignación de una casa en Miramar, una de las zonas más exclusivas de La Habana, junto con un vehículo de alta gama para la hija de Gil, pone de manifiesto el acceso desproporcionado a recursos y privilegios del que disfrutan ciertos individuos conectados con el gobierno.

Grupo Caudal, donde trabaja la hija de Gil, es descrito como un conglomerado que bajo su sombrilla maneja importantes operaciones de seguros y servicios financieros, incluyendo la supervisión de las Mipymes a través de Cuba Control, una entidad dedicada a la auditoría y control fiscal.

¿Gil Fernández, socio de una Mipyme que exporta alimentos?

Según reportes confirmados por múltiples fuentes en Ciego de Ávila, el funcionario castrista ha sido vinculado a una empresa privada (Mipyme) de las que hasta hace algunas semanas solo autorizaba de forma exclusiva el MEP.

La Mipyme asociada a Gil exporta productos agrícolas que se producen en las fértiles tierras avileñas. Asimismo, vende a los hoteles mangos, naranjas, limones y otros frutos y cítricos. Todo ello mientras el pueblo cubano pasa por una de las más severas crisis alimenticias de la historia.

Además de contar con una ubicación estratégica, parece ser solo la punta del iceberg en una serie de operaciones que sugieren una mezcla entre los intereses personales y los recursos estatales. Este escenario no solo refleja una realidad de desigualdad, sino que también plantea preguntas serias sobre la integridad y la justicia en la administración de los bienes nacionales.

El entrelazamiento de intereses personales y funciones gubernamentales no es nuevo entre los funcionarios castristas, y constituye un indicativo de cómo ciertos individuos pueden manipular su posición para beneficiar intereses privados.