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Reyes de España serán recibidos en Cuba con un autorretrato de Goya
El Museo Nacional del Prado prestó a la isla la obra del célebre pintor ibérico
Los reyes de España llegarán a Cuba el 11 de noviembre en una visita de tres días y para la ocasión el madrileño Museo Nacional del Prado prestó a Cuba el más famoso autorretrato del destacado pintor ibérico Francisco de Goya. La obra será expuesta en la Sala Temporal del cuarto piso del Edificio de Arte Universal, del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), informaron hoy en conferencia de prensa.
El agregado cultural de la Embajada de España en La Habana, Jorge Peralta, indicó que la famosa pieza llegará en las próximas horas y que también es un regalo para celebrar el 500 aniversario de la fundación de la capital.
Según Peralta es un hecho casi inédito pues en este año el Museo del Prado cumple sus 200 años y es muy raro que preste piezas de tan alto valor, pues aplica una política restrictiva en el préstamo de piezas, para mantener la mayor parte de su colección en buen estado.
La magna pieza de 43×35 cm, una de las grandes joyas de la afamada institución madrileña, continuará en exposición abierta al público durante un mes, luego de su inauguración con la visita de sus Majestades.
Jorge Fernández, director del MNBA, comentó que “fue escogido Goya para la ocasión porque es un artista más cercano a la historia y a la fundación de la academia de arte en Cuba, San Alejandro, que tuvo un punto de mira en su homóloga de San Fernando, donde él desempeñó un rol importantísimo con su obra como artista y profesor”.
Este autorretrato, pintado por Goya en 1815, a la edad de sesenta y nueve años, fue uno de los últimos óleos en que plasmó su propia imagen. Se trata de una obra de pequeño tamaño se caracteriza por darnos una imagen cercana, cotidiana, íntima del pintor en su vejez. Aparecieron tras una restauración de 1993 la firma y la fecha inscritas a la izquierda, posiblemente con el cuento de un pincel.
Es probable que sea este cuadro que se halló en la Quinta del Sordo, pues aparece en el inventario que Antonio de Brugada realizó la muerte del artista aragonés de las Pinturas negras en 1828. En 1866 el cuadro fue adquirido a su entonces propietario, Román de la Huerta, para el Museo de la Trinidad, pasando en 1872 al Museo del Prado tras la separación de aquel.
Fue pintado en el contexto histórico de la Restauración absolutista, años difíciles en los que se persiguió a liberales e ilustrados afrancesados, y en los cuales Goya se alejó de la vida social y representativa, acogiéndose a su círculo familiar y apoyándose en sus mejores amigos.