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Periódico Cubano

Seis divas de la música cubana

FARÁNDULA

Seis divas de la música cubana

Cuba es ritmo y melodía, sus hijos e hijas llevan el sabor en la sangre y lo exteriorizan con ese don que tienen los pueblos sensibles para contagiar sus sentimientos a través de los sonidos. Especialmente la mujer cubana ha sabido, como nadie, inspirar, sentir, disfrutar y transmitir la música de esta tierra caliente.

La melodía de estas divas de la canción cubana y mundial se ha impuesto en los más diversos géneros, incluso en algunos ritmos dominados tradicionalmente por el sexo masculino, como lo es el guaguancó.

La Lupe Reina del Latin Soul

Conocida también como la reina de la canción latina, Lupe Victoria Yolí Raymond (Santiago de Cuba, 23 de diciembre de 1936 — Nueva York, 28 de febrero de 1992) fue un huracán dentro de la historia de la música internacional.

Algunos la consideraban egocéntrica, “una loca” la llamaban otros, pero lo cierto es que su voz por sí sola era insuficiente para expresar toda la pasión que tenía dentro, por eso su cuerpo se estremecía cuando actuaba, mientras su voz seducía al público de Cuba, Estados Unidos y Puerto Rico.

Pobre, evangelista, enferma y olvidada con tan solo 53 años, así acabó esta artista que llegó a ser más famosa que Celia Cruz en los años 60 y que tuvo el honor de ser la primera cantante latina que actuó en el Carnegie Hall y en el Madison Square Garden, en Nueva York.

Uno de sus méritos fue cambiar el rumbo del bolero en medio del boom de la salsa, lo que logra gracias a su inigualable estilo interpretativo en temas tan famosos como «Puro teatro», «Qué te pedí», «Fever», «La mala de la película», «Carcajada final», «La tirana», «No me quieras tanto», «Adiós» y «El amo».

El nombre de La Lupe está en el Salón de la Fama de la Música Latina Internacional, en Nueva York. La Yiyiyi, como también se le conocía, recibió el Disco de Oro de la Popularidad entregado por la firma RCA Victor. Además, la premiaron con el título de «Artista sensación» y con la «Estrella de Oro». En 2002, la ciudad de Nueva York bautizó como «La Lupe Way» la antigua calle East 140 del Bronx, en memoria suya.

Celia Cruz Reina de la Salsa

La “guarachera de Cuba”, como también se le conocía, fue registrada con el nombre Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso (La Habana, 21 de octubre de 1925 –Nueva Jersey, 16 de julio de 2003) y nació en el habanero barrio de Santo Suárez.

En el año 1966 ella asumió la nacionalidad estadounidense y en 1973 entró al mundo de la salsa, se alió con el pianista y artista exclusivo del sello disquero Fania, Larry Harlow, y encabezó un concierto de música afrocubana en el Carnegie Hall de Nueva York, momento que muchos consideran el inicio del éxito en la vida de Celia Cruz.

La Reina indiscutible de la Salsa Cubana no solo es uno de los pilares fundamentales en la inmortalización de ese género, sino que, además, fue célebre porque el mundo no olvida sus emblemáticas pelucas o cómo impuso la moda con sus famosos zapatos de tacón invertido, además de sus vestidos coloridos y muy alegres.

En el cine, Celia también se dio un lujo que pocos artistas pueden darse. Sus canciones han sido incluidas en más de 30 películas de temática musical, hispanoamericana o sobre mafias latinas.

Celia Cruz pasó de cantante a leyenda el 16 de julio de 2003, en una semana negra para la salsa cubana que también arrebató al mundo dos días antes las cadencias musicales de los llorados Tito Duarte y Compay Segundo.

Celeste Mendoza Reina del Guaguancó

Celeste Mendoza Beltrán (Santiago de Cuba, 6 de abril de 1930 — La Habana, 16 de noviembre de 1998) nació en el popular barrio Los Hoyos, locación muy famosa por ser una genuina expresión de la cultura popular del oriente de Cuba.

Celeste Mendoza decidió inmortalizar su talento al incursionar en un arte que era dominado por el sexo masculino. Ella decidió reinar en la rumba, específicamente en la modalidad del guaguancó. Así era ella.

Ella era el guaguancó hecho cuerpo de mujer. Ella era la reina de la gracia y del guaguancó.

Con un timbre de contralto lleno de potencia y juegos con el rubateo, ella fue una de las más grandes voces de la música tropical. Géneros como el mambo, el bolero, la guaracha, la rumba y muy especialmente el guaguancó, hicieron de ella una figura aclamada dentro y fuera de Cuba.

Pasó a la historia por temas como “Échame a mí la culpa”, “Seguiré sin soñar”, “Papá Oggún” y “Que me castigue Dios”, del afamado compositor mexicano José Alfredo Jiménez. Compartió escenarios con Benny Moré, Edith Piaf, Josephine Baker o Carmen Miranda, entre otras afamadas celebridades.

Elena Burke Reina del Feeling

Elena Burke (La Habana 1928-2002), a decir de Orlando Quiroga, prestigioso periodista y guionista de la televisión cubana, fue la voz filinera que acompañó a toda una generación en las noches habaneras. Pocos como Elena Burke supieron impregnar de tanta pasión la música. A la voz de la llamada Reina del Feeling en Cuba es imposible resistirse, no por gusto su segundo sobrenombre fue Señora Sentimiento.

Ella es de las voces femeninas de todos los tiempos y reina de la cancionística cubana. Integró el conjunto Las mulatas de fuego, junto a Celia Cruz y Vilma Valle, y fue fundadora del cuarteto Las D’ Aida, con Moraima Secada, Haydeé Portuondo y Omara Portuondo.

Fue tal el dominio de Elena Burke en el panorama cultural de Cuba que durante unos 60 años no hubo club, cabaret, teatro o programa televisivo en la nación caribeña, donde no se escuchara su voz.

Y aunque fue muy amplio el repertorio de esta emblemática artista, se recuerda con especial cariño” Ámame como soy”, tema de la película cubana “Una novia para David”, sin dudas uno de los íconos del patrimonio sonoro nacional.

Olga Guillot Reina del Bolero

De Olga Guillot (Santiago de Cuba, 9 de octubre de 1922 — Miami, 12 de julio de 2010), Agustín Lara, considerado el Flaco de Oro, dijo que “Después del cielo, Cuba. Después de Cuba, Olga Guillot”, mientras que Nat King Cole remarcó que aprendió a cantar en español con las canciones de esta diva cubana.

Se dice que Olga Guillot fue la “temperamental” Reina del Bolero Cubano. Y así de rimbombante eran sus notas musicales, cargadas de gran pasión y sentimientos, un estilo único que la llevó a compartir escenario con grandes del pentagrama universal, como Frank Sinatra y Edith Piaf.

Muchos desconocen que ella comenzó cantando jazz, y sus versiones de afamados temas se convirtieron en verdaderos hitos a nivel internacional, como “Tú me acostumbraste”, devenido himno gay de las noches habaneras de la década del 40 del pasado siglo.

Su trascendencia vino cuando decidió cantar boleros en un momento en que los artistas masculinos dominaban ese género, y fue tal su estilo, lleno de una intensa pasión desbordante, que hoy varias calles del mundo llevan su nombre.

Ella fue designada “máxima representante del bolero cubano en todo el mundo”, en condición de la Orden Don Francisco de Miranda, galardón otorgado en el Palacio de Miraflores de Caracas, además, fue premiada por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York y por prestigiosas asociaciones de críticos de todo el mundo.

Además de los galardones y homenajes recibidos, varias calles del mundo llevan su nombre, y en 2007, fue distinguida como una de las “leyendas de la música latina” por la Academia Latina de la Grabación, productora de los premios Grammy Latinos.

Celina González Reina del Punto Cubano

Celina González (Matanzas, 1928-La Habana 2015) supo capturar la esencia de la campiña cubana y reflejarla en la música. La llamaban Reina del Punto Cubano, calificativo que mereció durante una gira por Inglaterra, o Reina de la Música Guajira, pero lo cierto es que esta emblemática artista cubana regaló a la isla caribeña temas icónicos, como “Que viva Changó”, “Santa Bárbara”o “Yo soy el punto cubano”, devenidos himnos de cubanía y piezas de culto.

Ella recorrió el mundo, se paseó y conquistó numerosos escenarios internacionales, de Colombia, Ecuador, Argentina, México, Islas Canarias, España, Estados Unidos, Inglaterra y naciones de África, y cantó junto a otros grandes como Beny Moré, Barbarito Diez, Celia Cruz, Nat King Cole y Pedro Vargas.

Incursionó en el cine en la etapa republicana, imprimió un sello de tradición en programas televisivos como Palmas y Cañas, uno de los más antiguos de Cuba, y grabó decenas de discos que hoy forman parte del patrimonio musical cubano. En el 2001 fue nominada a un Grammy Latino por el álbum “50 años como una reina”, grabado junto a su hijo Reutilio.

Con información de: Sitio web Panamericanworld

 

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