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Sociedad Interamericana de Prensa teme una nueva “primavera negra” en Cuba
La SIP mencionó las acciones emprendidas directamente contra el MSI, e hizo énfasis en el bloqueo de redes sociales e internet
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) publicó este martes un comunicado en el que advierten de la posibilidad de que el Gobierno de Cuba realice otra Primavera Negra.
El comunicado señala su preocupación por las acciones represivas surgidas a partir de las protestas del Movimiento San Isidro (MSI), que podrían “ahogar la voz de una nueva generación de disidentes”.
La SIP mencionó además de las acciones emprendidas directamente contra los integrantes del MSI, las continuas estrategias represivas como el bloqueo de redes sociales o internet.
“No es sorpresa para la SIP que la dictadura cubana obstruya e impida el derecho a la libertad de expresión, lo que desnuda más de 60 años de censura directa contra periodistas independientes y disidentes”, declaró Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la entidad.
Por su parte, el presidente de la SIP, Jorge Canahuati, resaltó las similitudes entre los métodos utilizados por la Seguridad del Estado recientemente y aquellos que desembocaron en la Primavera Negra de 2003.
Un informe de la organización en octubre pasado indicó que el gobierno de Cuba incrementó la represión y la censura tanto que colocó a la Isla en los últimos puestos del índice de Chapultepec, que mide la libertad de prensa en los países.
La primavera negra del 2003
Durante la oleada represiva conocida como la Primavera Negra, el régimen envió a prisión a 75 disidentes, con condenas de hasta 28 años de cárcel.
A este grupo de opositores se le suele llamar por parte de la disidencia cubana “el grupo de los 75” y a ellos pertenece el líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), José Daniel Ferrer.
Ese año, durante el gobierno de Fidel Castro, fueron arrestados múltiples disidentes entre los que se encontraban médicos y periodistas, quienes fueron sometidos a juicios sumarios.
Las condenas aplicadas a estos procesos judiciales estaban basadas en la Ley No.88 de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, mejor conocida por la disidencia como “Ley Mordaza”, que en su Artículo I expone:
“Esta Ley tiene como finalidad tipificar y sancionar aquellos hechos dirigidos a apoyar, facilitar, o colaborar con los objetivos de la Ley ‘Helms-Burton’, el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo, encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y liquidar al Estado Socialista y la independencia de Cuba”.
Es decir, los imputados fueron acusados de realizar actos contra la protección de la independencia nacional y la economía de Cuba, confabular con EEUU para amenazar al país y actos contra la independencia o la integridad o estabilidad territorial del estado, razón por la que sus penas fueron tan altas.