Solicitan la remoción del juez a cargo del caso de la golpiza que recibió un vagabundo en Hialeah

Ali Amin Saleh es acusado de ayudar a los exagentes sospechosos en la manipulación del caso. (Foto: Archivos del condado de Miami-Dade)

En el proceso judicial contra dos policías de Hialeah acusados de secuestrar y golpear a un vagabundo, uno de los acusados solicitó a un tribunal de apelaciones que remueva al juez a cargo del caso.

Ali Amin Saleh, investigador privado sospechoso de manipulación de testigos, argumentó que el magistrado de circuito de Miami-Dade, Robert T. Watson, tiene vínculos legales recientes con un abogado defensor prominente en el caso.

Stephen López, abogado de Saleh, presentó una solicitud en la que afirmaba que su cliente estaba preocupado por la imparcialidad de Watson debido a la relación pasada entre el juez y Ben Kuehne, el litigante que representa a uno de los exagentes involucrados en la presunta golpiza.

López sostuvo que Kuehne había representado al juez Watson en una elección muy disputada el año pasado, donde amenazó al oponente del magistrado con infracciones de ética. Según el abogado, esto generaba un temor fundado de parcialidad por parte del magistrado hacia su cliente.

En la solicitud de recusación, Saleh también señaló otros posibles conflictos, incluyendo el hecho de que el juez habría abogado desde el estrado acusando a la defensa de sugerir mala conducta fiscal por parte de los fiscales. Además, el sospechoso mencionó que Kuehne y sus socios donaron el máximo permitido de 1.000 dólares cada uno para la campaña electoral de Watson en 2022.

Kuehne respondió a estas acusaciones afirmando que no existía ningún conflicto y que era común que los abogados se involucraran en campañas electorales, sin que esto generara descalificaciones posteriores.

Por su parte, Watson citó una regla que establece que una moción de descalificación debe presentarse dentro de los 20 días siguientes a la divulgación del conflicto, situación que no ocurrió en este caso.

Todo lo mencionado gira en torno al presunto secuestro y agresión de un indigente llamado José Ortega Gutiérrez por parte de Rafael Orfila y Rafael Quiñones Otaño, quienes fueron expulsados del departamento de policía de Hialeah tras ser señalados como sospechosos.

Los fiscales acusaron a los exagentes de llevar a Gutiérrez esposado a una zona boscosa, golpearlo y abandonarlo allí. Ahora, ellos enfrentan cargos por secuestro y lesiones, que podrían resultar en sentencias de cadena perpetua. Por el momento, ambos se encuentran bajo arresto domiciliario.

Según la investigación, Saleh, días después de la agresión, se acercó al vagabundo para que firmara una declaración jurada sobre su encuentro con los exoficiales. A cambio, la víctima recibiría una cantidad de 1.200 dólares.