NOTICIAS DE CUBA
Taxista cubano salva a sus pasajeros de la explosión del hotel Saratoga
Un video compartido en redes sociales muestra el momento exacto cuando el conductor sale a toda velocidad de la nube de humo y polvo generada por la explosión
Yorday Rivera Leyva, un taxista cubano, se vio involucrado en una escena de escape al mejor estilo de Rápido y Furioso, cuando el pasado viernes el Hotel Saratoga explotó frente a sus ojos.
Rivera es conductor de un minibús, conocido como «gacela»en la Isla. Según sus declaraciones, se encontraba pasando por la calle Dragones, cerca de la entrada del hotel, justo cuando ocurrió el incidente.
Un video compartido en redes sociales muestra el momento exacto cuando el conductor sale a toda velocidad de la nube de humo y polvo generada por la explosión, y se detiene justo en frente de El Capitolio. Sin embargo, lo que no todos conocen es que Yorday, además de salvar a sus pasajeros, se bajó del vehículo para ayudar a otros.
“Me bajo del carro y le doy la vuelta para abrir la puerta por afuera más rápido y ver que los pasajeros que llevaba no hubiesen sufrido ningún accidente, que gracias a Dios… A ellos no les pasó absolutamente nada”, declaró a la televisión oficialista cubana.
Afortunadamente, Rivera estacionó frente a la escuela primaria ‘Concepción Arenal’, donde vio salir a un profesor con un niño cargado en brazos y a otros maestros con sus estudiantes.
“Ahí mismo monto a los niños en el carro para socorrerlos, cuando voy a salir, viene un hombre, alguien me para: ‘Espérate que llevo una señora también en el piso’. Montamos la señora, salimos por acá, le dimos la vuelta y nos fuimos”, dijo.
Prensa oficialista explica qué pasó en la explosión del hotel Saratoga
La prensa oficialista cubana intenta explicar con la ayuda de “expertos” qué fue lo que sucedió en la explosión del hotel Saratoga, que terminó afectando a 23 inmuebles en zonas aledañas y cobró la vida de más de 30 personas.
Después de transcurridos los primeros minutos del suceso, las autoridades se apresuraron a decir que no era una bomba y que la onda expansiva se debía a un escape de gas. Sobre esa tesis, el diario Tribuna de La Habana entrevistó a Carlos del Porto, profesor auxiliar de la Facultad de Ingeniería Informática del Instituto Superior José Antonio Echeverría.
Según el catedrático, un escape de gas GLP (mezcla de butano y propano) en algún punto entre la línea de abastecimiento (manguera) o la fuente receptora (la bala de gas del hotel) comenzó a acumularse en la edificación.
La concentración de gas alcanzó el punto de LCI (límites de inflamabilidad), un valor teórico necesario para que se pueda producir una explosión si un detonante la inicia. Del Porto apunta que los hoteles con muchos locales cerrados son sitios ideales para alcanzar esas concentraciones.
Siguiendo su teoría, solo hacía falta “alguna fuente de ignición” para desatar la tragedia. Entre esas fuentes que comenzarían la deflagración pueden estar: un interruptor de la luz, el relay de un refrigerador, un cigarro o fósforo.