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Venden sazonador a punto de caducar y a 23 dólares en una tienda de Ciego de Ávila
Con un precio de 23.5 dólares, el sazonador cuesta lo que casi un mes de trabajo para cualquier cubano promedio
Tiendas en MLC ofertan sazonador costoso y a punto de caducar. (Captura de video: Televisión Avileña-Youtube)
Un reportaje oficialista dejó al descubierto el sobreprecio de los productos que se ofertan en las recientemente abiertas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) en Ciego de Ávila.
En una transmisión del canal de la Televisión Avileña, se mostró un recorrido en los locales, en el que quedó captado el precio de un sazonador de pollo próximo a caducar y carísimo.
El sazonador de pollo de marca La Barraca, de 1,350 gramos se oferta en 23.50 dólares, equivalentes a más de 520 CUP, lo que alcanzaría en cualquier país de américa para comprar casi 20 kilos de pollo.
Aunado al sobreprecio del producto, se aprecia también que la fecha de vencimiento está designada para noviembre de este año, cuando en tiendas de cadena privada del continente está prohibido ofertar productos a menos de 3 meses de su vencimiento.
El frasco del sazonador además se aprecia con grumos en la parte superior, causados por la humedad, lo que, considerando que tiene un mes que abrieron las tiendas, hace suponer que la mercancía llegó vieja a la Isla.
Desde su apertura las tiendas en MLC despertaron gran polémica por el amplio surtido de productos comestibles y de limpieza con que contaban, ambos rubros desabastecidos en el resto de tiendas y mercados de la Cuba.
Aunque su apertura generó gran indignación porque solo una ínfima parte de la población tenía acceso a todos los productos que ofertaban, pronto los precios despertaron la misma inconformidad.
Las nuevas tiendas incluso ofertaban carne, algo nunca visto en las tiendas en CUC y menos en CUP en la Isla, sin embargo, el precio de un solo kilo de carne superaba el salario mensual de cualquier cubano, equivalente a escasos 30 dólares estadounidenses.
Con esta comparativa, queda patente también que el sazonador grumoso y a punto de caducar cuesta además lo que casi un mes de trabajo de cualquier obrero cubano.
