Tiendas en MLC venderán productos de trabajadores privados y cooperativas

Tiendas en MLC venderán productos de trabajadores privados y cooperativas. (Foto: Periódico Cubano)

Las tiendas en moneda libremente convertible (MLC), que el gobierno cubano instauró hace más de un año para recaudar divisas internacionales, podrán vender productos de trabajadores privados y cooperativas. El objetivo de la estrategia es “potenciar” la diversidad de ofertas y, por supuesto, las ganancias del régimen.

De los ingresos que se generen por las ventas de los artículos producidos por las formas de gestión no estatal, la dictadura comunista se quedará con un 20% de ese dinero por concepto de comisión en las ventas.

Tanto las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), las cooperativas no agropecuarias y los trabajadores por cuenta propia, podrán emplear el dinero que obtengan en MLC únicamente para “dar continuidad al proceso productivo, reponer las mercancías que comercializan en MLC, adquirir otras para su venta en igual moneda o asumir nuevos gastos o inversiones”. No se le puede otorgar un uso distinto al dinero.

Todo el procedimiento financiero para aplicar en las ventas minoristas en divisas quedó estipulado en las resoluciones 222/2021 del Banco Central de Cuba (BCC), y la 52/2021 del Ministerio de Economía y Planificación (MEP).

De acuerdo con declaraciones recogidas por la Agencia Cubana de Noticias por parte de Ivonne Rodríguez, Directora Jurídica del MEP, “la posibilidad de las formas no estatales de concurrir a estos mercados en MLC resulta provechoso pues se hace en un momento de escasez donde es lógico aprovechar al máximo todas las capacidades y potencialidades existentes”.

Sobre la comisión que cobran las tiendas, que va a parar directamente a las arcas del Estado, Rodríguez acotó que “de ese fondo sale el dinero que garantiza en Cuba el sostenimiento de la salud, la educación, la seguridad y asistencia social, el transporte público, el pago de combustible, de materias primas, alimentos y la compra de piezas de repuesto”.

Para el cubano de a pie la medida significa un duro golpe a su bolsillo, pues la modalidad de comercio en MLC sigue penetrando en la economía, incluso hasta en los artículos básicos.

Toda la teoría de la reforma salarial, en vigor junto con el llamado ordenamiento económico, quedó suspendido en el aire, ya que ahora el cubano debe ir al mercado informal de cambio de divisas para euros u otra moneda extranjera -a excepción del dólar- con sus pesos cubanos (CUP) para poder recargar el saldo de la tarjeta magnética en MLC y así comprar en esos comercios, los únicos que están medianamente abastecidos en el país.