Tribunal de Florida no acepta rechazo de Carnival hacia una demanda de la Ley Helms-Burton

Un tribunal del sur de Florida no aceptó la moción que presentó la empresa de cruceros Carnival, en donde rechaza una de las demandas en su contra basadas en una apartado de la Ley Helms-Burton.

Esta normativa permite a cubanoamericanos y estadounidenses iniciar un proceso judicial contra personas o empresas que hayan utilizado de manera lucrativa propiedades que a los demandantes les corresponden por herencia y fueron expropiadas por Fidel Castro luego de la revolución.

El pasado 2 de mayo, Mickael Behn presentó en un Tribunal Federal del Distrito Sur de Florida una querella para denunciar y exigir una remuneración a Carnival por utilizar la Terminal de cruceros del Puerto de La Habana, que antes del castrismo pertenecía a la empresa de su familia, Havana Docks Corporation.

Además, Behn también ha demandado a las firmas Norwegian Cruise Line Holdings Ltd., Royal Caribbean International y MSC Cruises.

Carnival, que llegó a tener operaciones hacia la Isla a través de tres líneas de cruceros, también enfrenta una demanda por haber utilizado un puerto en Santiago de Cuba, la cual desestimó con un documento de más de 20 páginas.

Este segunda querella fue interpuesta por el cubanoamericano Javier García Bengochea, quien asegura que es el propietario legítimo de dicho puerto que el gobierno comunista confiscó a su familia en 1960.

“Carnival fue la primera línea de cruceros que traficó en nuestras propiedades, ellos entonces merecen la ignominiosa distinción de ser los primeros en ser demandado”, comentó García Bengochea en una corte de Miami, al sur de Florida.

Dicha empresa interrumpió sus operaciones hacia la Mayor de las Antillas al entrar en vigor una medida del gobierno de EEUU en donde se prohíbe que embarcaciones de este país puedan atracar en la Isla.

En un comunicado, la empresa reportó que sus ganancias proyectadas para este año tendrán una notable reducción por dicha prohibición; este bajo crecimiento también fue reportado por las firmas Norwegian Cruise y Royal Caribbean.

Las empresas se quejaron que la administración de Donald Trump no les permitió un plazo par ajustar itinerarios y por ello enfrentaron cancelaciones y aplicaron descuentos atractivos con el objetivo de no perder reservaciones.

La activación de la Ley Helms-Burton, suspendida desde el año de su creación en 1996, y dicha medida, tienen por objetivo reducir el turismo estadounidense en Cuba con el fin de que el gobierno de la Isla no obtenga ingresos en dólares, los cuales se utilizan para apoyar al régimen de Nicolás Maduro.