Tribunal Provincial de Matanzas juzgó a 13 “coleros” en agosto

Tribunal Provincial de Matanzas juzgó a 13 “coleros” en agosto. (Captura de video: TV Yumur-Youtube)

Durante agosto 13 personas fueron juzgadas en tribunales de Matanzas por ser “coleros”, un término ambiguo con el que el régimen ha designado no solo a quienes apartan lugares en las colas, sino también a quienes compran de más o hacen encargos a quienes no pueden comprar por sí mismos.

Según informaron las autoridades de la provincia, el Tribunal de Matanzas ha levantado 18  procesos de presuntos delitos de “acaparamiento y comercialización”.

Esto porque según las autoridades, todo el que compra de más, sin importar si se trata de una cantidad mínima, lo hace para revenderla a mayor precio, algo que consideran “ilegal” a pesar de propiciar las condiciones para que esto suceda.

En el último mes, la gestión del órgano judicial se ha encaminado al propósito de sancionar a quienes se dedican a trabajar en las colas para mejorar sus ingresos.

Detectaron a quienes cobraban por apartar lugares, formados toda la noche al igual que el resto de los clientes para al final ceder su lugar a quien pudiera costearlo, algo que criminalizaron aunque en realidad no afectaba ni a los otros clientes ni a las tiendas.

Ahora las autoridades cubanas incluso persiguen a quienes viven en los alrededores de las tiendas y han aprovechado su locación para rentar su casa por una noche a quienes necesiten formarse temprano.

En el caso de Matanzas, indican que de acuerdo a la cantidad de procesos ejecutados, un 73.2% de los juzgados han sido encarcelados, mientras que el 26.8% tienen penas subsidiarias y multas.

Según el caso que se presente, la pena puede ser de una multa de cuantía alta, confiscación de mercancía o incluso prisión.

Los municipios con mayor incidencia son, Matanzas, Limonar, Colón y Jagüey Grande, donde los organismos de seguridad actúan con mayor rigor contra los presuntos coleros.

Aunque el régimen intenta justificar la escasez de productos básicos con la “afectación” de los coleros, lo cierto es que es al revés y estas “actividades ilícitas” surgen de la necesidad de obtener un poco de dinero y de la oportunidad generada por la misma necesidad, pues la escasez causa las colas y la desesperación entre los cubanos por conseguir productos.

Lejos de resolver el problema del desabastecimiento en tiendas y mercados o de impulsar la producción alimentaria en la Isla, el régimen continúa criminalizando a los ciudadanos y recrudeciendo sus medidas contra ellos para impedirles ganar dinero con cualquier método que no lo involucre.