Triunfos del comunismo: Cubano piensa que sería mejor morir que seguir viviendo en la miseria

Triunfos del comunismo: Cubano piensa que sería mejor morir que seguir viviendo en la miseria. (Collage: CubaNet-Youtube)

Un cubano denunció las miserables condiciones en que vive junto a su hermano discapacitado, sin que ninguno reciba ningún tipo de ayuda del gobierno de Cuba.

El cubano, identificado como Santiago Hechevarría, denuncia que mientras los medios oficialistas recitan una realidad en la que a los cubanos no les falta nada, la realidad que vive es completamente diferente.

Mientras que los defensores del comunismo siempre alegan que el gobierno se hace cargo de su gente y todo se los da “gratis” (atención médica, vivienda, comida), lo cierto es que los cubanos enfrentan todo tipo de carencias en todos los sentidos, de los que el gobierno rara vez se hace responsable.

Hechavarría, residente del poblado El Cristo, en Santiago de Cuba, afirmó ante el portal independiente CubaNet que su hermano menor presenta retraso mental, por lo que no puede laborar.

Aun así, solo recibe del régimen una chequera de 280 pesos al mes, una contribución mínima que no le alcanza ni para costear alimentos.

“Aquí la gente sabe que con eso dos personas no pueden vivir porque los precios aquí están más altos que la vergüenza del gobierno”, señaló.

“Hace más de 20 años que vivimos en estas condiciones. Antes vivíamos un poquito mejor porque mi mamá estaba viva y estaba enferma entonces yo la atendía a ella también y era otra chequerita. Ella falleció hace un año por la enfermedad y por la falta de asistencia médica en el hospital de Santiago de Cuba”, explicó.

El cubano indicó que a veces no les alcanza para costear los medicamentos de su hermano con la mísera chequera que reciben.

La miseria que los lleva al punto de casi no poder sobrevivir, con falta de comida y la aprehensión de tener que pagar los servicios y medicinas de manera constante, desespera al cubano al punto de a veces sentir que es mejor dejar de existir que seguir viviendo en esas condiciones.

“A veces pienso que es mejor dejar de existir a ver a mi hermano cada cinco minutos pidiéndome un pan, pidiéndome que comer y entonces él no entiende porque es una persona incapacitada mental”, explicó.

Este tipo de historias son algo común en Cuba, donde tener un familiar enfermo o discapacitado se vuelve un infierno para las familias, que no pueden realizar sus actividades por tener que cuidarlos y por tanto viven desamparados económicamente.

Aunque el comunismo se jacta de atender este tipo de casos, lo cierto es que no se les brinda ningún tipo de facilidad, ni en el pago de los servicios, ni con las medicinas y con “apoyos económicos” que rayan en lo ridículo, pues no les alcanzan para suplir el trabajo que no pueden desempeñar por hacerse cargo de un familiar dependiente.