Trump lanza campaña a la reelección prometiendo ayuda para Cuba y Venezuela

El presidente Donald Trump ha oficializado este pasado martes en la noche sus intenciones de buscar la reelección presidencial en 2020 la celebrar su primer acto de campaña electoral en la ciudad de Orlando, Florida. En su discurso prometió ayudar a Cuba y Venezuela conseguir “la libertad”.

Durante casi una hora y media, Trump perfiló su presidencia como una lucha por sus votantes bajo el constante «asedio» de la «clase política», y dijo que votar a un demócrata significaría respaldar «el socialismo radical y la destrucción del sueño estadounidense».

«Me presento ante ustedes para lanzar oficialmente mi campaña para un segundo mandato como presidente de Estados Unidos. Nuestro movimiento patriótico lleva bajo asalto desde el primer día», expresó Trump ante unos 20.000 simpatizantes en uno de los estados claves para alzarse con la victoria en las elecciones de noviembre de 2020.

«Los demócratas están guiados por el odio, los prejuicios y la ira. Quieren destruirles a ustedes, y quieren destruir a nuestro país como ustedes conocen», alertó Trump a sus votantes.

No faltaron insultos a la prensa y contra los «trece demócratas enfadados» que, a su juicio, conformaron el equipo del fiscal especial Robert Mueller, que investigó la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016. En un momento de su discurso mencionó someramente a sus dos principales rivales en el bando azul: Joe Biden y Bernie Sanders. Sin embargo, nombró una decena de veces a la que fue su contrincante Hillary Clinton, mientras sus seguidores coreaban «¡Enciérrenla!», igual que hace tres años.

Este acto de campaña significo el número 550 si se cuentan todos los que realizó en los meses previos a su elección en 2016.

Trump insistió en su propósito de «deportar a los inmigrantes» indocumentados y acabar con las «ciudades santuario» que los protegen, y pidió ayuda para elegir «un Congreso republicano» y «crear un sistema seguro, moderno y legal de inmigración».

El republicano repasó lo que considera sus principales logros como gobernante en estos tres primeros años al frente de la primera potencia mundial como sus recortes fiscales a las empresas, su salida de acuerdos internacionales como el del clima de París o el pacto nuclear con Irán, y su arremetida contra «décadas de políticas comerciales calamitosas».

Uno de los momentos que provocó mayor euforia entre el público, con una predominancia latina, fueron sus palabras que «Estados Unidos nunca será un país socialista», y «apoyamos al pueblo de Cuba y Venezuela en su justa lucha por la libertad», esas frases arrancaron aplausos de una multitud enardecida.

Solo al final de su discurso, Trump delineó superficialmente algunas prioridades para su segundo mandato: la reforma migratoria, la renegociación de acuerdos comerciales, la sustitución de la ley sanitaria de 2010 y «la defensa de la privacidad, la libertad de expresión, la libertad religiosa y el derecho a poseer armas».

Por otra parte, pareció no tener un nuevo lema en esta etapa de reelección y repitió el que lo llevo a la silla presidencial: «Mantengamos grande a Estados Unidos».

Con información de EFE