Un CUPET de La Habana se niega a entregar productos para los damnificados del tornado

Trabajadores de un mercado perteneciente a la empresa petrolera cubana CUPET se negaron a vender alimentos y víveres a un grupo de voluntarios que se disponían a donar estos productos en las zonas de La Habana afectadas por el tornado.

El usuario Jandro Gacita, un productor audiovisual que colabora con la entrega de donaciones, hizo la denuncia a través de las redes sociales, donde calificó el acto de “indignante” y “ejemplo de personas sin escrúpulos ni sentimientos”.

Fue en el CUPET situado en el cruce de las avenidas Malecón y Paseo. “Nos dispusimos a comprar varios artículos que serían entregados en el concierto de recaudación (…) en estudio 50 para ayudar a los damnificados, principalmente agua que es lo que más está faltando y algo de comida”, explicó Gacita.

“No queríamos comprar mucho ya que al día siguiente se haría una compra mayor para llevar a fábrica de arte. Amigos, solo eran 12 pomos de agua pequeño y algunas latas de leche”, añadió.

El productor afirmó haber sido maltratado por una de las trabajadoras de lugar, quien les espetó que allí “no se puede vender en cantidades, porque yo tengo que tener servicio de agua las 24 horas”.

Según relató Gacita, el grupo le explicó sobre el destino que tendrían los víveres, además de proporcionarle todos los documentos de autorización emitidos por el Gobierno para llevar a cabo la entrega de donaciones de forma organizada.

“Pues a ella no le interesó, y seguía repitiendo la misma historia de que no se podía vender por cantidad. Le pedí que me enseñará la resolución por escrito donde estaba esa indicación y una vez más desafiante me contesta ‘Venga por la mañana para que la vea’”, contó.

Tras una larga discusión y como gesto de apoyo a los voluntarios, las personas que se encontraban en la cola dentro del lugar resolvieron agarrar los artículos de forma individual para que no fueran despachados “por cantidades”.

“Comenzaron a coger cosas ellos mismo como agua, leche entre otros alimentos y le dijeron (a la empleada) ‘No solo se llevarán esas 12 botellas de agua sino todo esto también que nosotros queremos mandar a todos aquellos que lo perdieron todo’”, escribió Gacita.

Finalmente, la cajera despachó todos los artículos que el grupo precisaba. “Cuando ahora mismo todos los recursos disponibles deberían estar en función de los damnificados, es triste ver cómo estás personas intentan frenar la ayuda que otros de corazón quieren dar”, reflexionó el joven.

“Gracias a todas esas personas de esa cola que inmediatamente comenzaron a hacer sus compras para ayudar a sus hermanos y se pusieron fuertes ante la injusticia de esta trabajadora”, acotó.

El tornado registrado el pasado 27 de enero en La Habana dejó un saldo de seis muertos y casi 200 heridos, 11 de los cuales siguen en estado grave. Asimismo, dejó serios estragos en la Vivienda con más de 3.000 afectaciones y más de 300 hogares totalmente destruidos.

En medio del desolador panorama, las autoridades de la capital han recibido una oleada de críticas por la iniciativa de vender alimentos a los sobrevivientes y damnificados. Entretanto, negocios privados, artistas y miembros de la sociedad civil se esfuerzan por entregar comida y víveres de forma gratuita.