Un enigma los malestares de diplomáticos de EU en Cuba

Tomografías cerebrales realizadas a los diplomáticos estadounidenses que se enfermaron después de trabajar en Cuba muestran “diferencias desconcertantes”, que afirman que desarrollaron síntomas similares a los de una conmoción cerebral, un hallazgo que aumenta el misterio de lo que pudo haber ocurrido, dice un estudio.

Los resultados fueron publicados este día por la revista especializada Journal of the American Medical Association, que señala que el estudio podría ayudar a comprender los síntomas reportados, peor que no quedan claras las razones de las diferencias entre los cerebros.

El gobierno de Cuba ha negado que se haya tratado de un ataque, pero el episodio ha tensado las relaciones con Estados Unidos.

El documento explica que se realizó  la comparación con un grupo de personas saludables con los cerebros de los diplomáticos muestran que los funcionaros tienen menos materia blanca, dicen los expertos. También detectaron otras diferencias estructurales.

Si bien los expertos anticipaban alteraciones en el cerebelo (en la parte interior del cerebro) debido a los síntomas reportados por los diplomáticos, problemas de equilibro, insomnio, dificultad para concentrarse y jaqueca, hallaron patrones comunes en los tejidos que vinculan a una región del cerebro con otra.

Regini Verma, experta en tomografías del cerebro en la Universidad de Pensilvania y la principal autora del estudio, señaló que las afectaciones que vio son distintas a cualquier otra que haya visto en cerebros atrofiados o lesionados.

“Es muy extraño, es un verdadero misterio médico”, afirmó.

Por su parte, el doctor Randel Seanson, coautor del artículo médico, expresó que “no cabe duda que algo ocurrió”, pero que las tomografías no lograron escanearlo.

Otro experto, ajeno al estudio, el neurólogo de la Universidad de Edinburgh Jon Stone, declaró que las tomografías no confirman daño al cerebro ni demuestra que las diferencias entre ellos se debe a las experiencias de los diplomáticos tuvieron en Cuba.

En un comunicado, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que “está al tanto del estudio y que agradece toda discusión de la comunidad médica sobre este tema tan complejo. La máxima autoridad del Departamento sigue siendo la seguridad y el bienestar de su persona”.

Cabe recordar que a fines de 2016 y mayo de 2018, varios diplomáticos estadounidenses y canadienses en La Habana se quejaron de problemas de salud de causas desconocidas. Un cálculo oficial estadounidense situó en 26 el número de personas norteamericanas afectadas.

En algunos de los reportes se señalan que escuchaban sonidos de alta frecuencia como grillos aún cuando estaban en su casa o habitaciones de hotel, lo que llevó a sospechas de que se trató de un ataque sónico.

The Associated Press investigó y publicó un reporte preliminar del FBI, donde no evidenciaba ningún daño causado por ondas sonoras.

Decenas de diplomáticos estadounidenses, familiares y otros empleados pidieron ser sometidos a exámenes. El nuevo estudio abarca a 40 de ellos que fueron analizados por la Universidad de Pensilvania.

Con información de El Universal