Un estudiante cubano lleva la pasión que siente por la música a los Estados Unidos

David Pérez se sienta frente a su pasión, el órgano. (Foto: David Pérez-Facebook)

La Universidad Estatal de Wichita es el hogar de muchos en todo el mundo. Para David Pérez, originario de Cuba, era el lugar ideal para aprender su pasión por la música.

Pérez, un estudiante de posgrado en interpretación de órganos en su último semestre, dijo que su decisión sobre un programa de maestría en los Estados Unidos fue difícil, pero sabía que la Universidad Estatal de Wichita era la opción perfecta para lo que estaba buscando.

“Decidí venir a WSU porque estaba asombrado por los maestros que tenemos aquí. Hablamos sobre el programa y todo lo que puedo hacer aquí para perfeccionar mis habilidades con los órganos, comenta Pérez.

“Sabía que iba a recibir la mejor atención personal aquí, que es lo que estaba buscando y he progresado mucho en mis habilidades”, dijo Pérez.

El músico cubano comenzó a tocar el órgano a los 16 años, cuando estudiaba en un conservatorio en Cuba.

“Lo que realmente me hizo venir aquí fue porque quería una maestría y el órgano en Cuba es una tradición olvidada. No tenemos estudios de posgrado en las universidades de Cuba, por eso decidí perfeccionarme y perfeccionar mis habilidades con los órgano”, señalo David Pérez.

Ha pasado los últimos dos años en Wichita, lejos de casa por primera vez en su vida. Pérez dijo que extraña a su familia y amigos en casa.

“Realmente extraño a mi familia, eso es lo que más extraño”, comenta algo melancólico el músico “Tengo muchos amigos en Cuba con los que solía salir todo el tiempo y recuerdo que los domingos tomábamos café cubano y nos poníamos al día. Quiero volver a Cuba en el futuro y enseñar, restaurar instrumentos y promover concursos”.

Como músico, para Pérez el COVID-19 lo impactó de muchas maneras diferentes. No poder colaborar y actuar con otros fue difícil para él.

“Me considero un intérprete y es difícil cuando tienes tantas limitaciones para actuar debido al distanciamiento social y la falta de conciertos”, narraba Pérez. «Estoy agradecido por la tecnología para que podamos transmitir en vivo, pero no es la misma experiencia para mí».

Pérez también tuvo dificultades para encontrar un trabajo de desempeño durante COVID-19, porque muchos puestos fueron cancelados o ya no se necesitaban.

“También ha sido difícil porque estaba buscando trabajo y fue muy difícil durante ese tiempo. . . Fue un cierre para todos; para los músicos, fue aún más difícil, «como músicos, siempre colaboramos con otros músicos, por lo que establecer relaciones en el mundo de la música es realmente importante, al menos para mí».

Después de completar su último semestre, al interprete cubano le gustaría continuar su carrera como músico para ganarse la vida y ganar más experiencia como organista. Se postula para puestos dentro y fuera del estado y espera aprender más sobre la tradición de los órganos en Estados Unidos.

“Soy un privilegiado porque soy la primera generación de organistas cubanos, así que quiero promover la tradición del órgano en Cuba”, señaló.

Para David Pérez lo que mñas le gusta de asistir a WSU (Universidad Estatal de Wichita) ha sido la gente que ha conocido.

“Es cierto que cuando la gente dice que los habitantes de Kansas son personas realmente agradables, me siento bendecido y feliz de poder relacionarme tan bien con la gente de la escuela de música porque es mi propio pequeño mundo aquí”. “He podido entablar amistad con colegas y colaborar con ellos de una manera muy fácil y saludable”.