Un matrimonio cubano buscaba un hermano para su hijo y le salieron trillizos

Un matrimonio de cubanos residentes en la provincia de Artemisa se decidió a tener un segundo hijo para que fuera hermano de su primera niña de once años.

Lo que no se podían imaginar Suleidys y Rubisel, de 20 años de casados, es que el embarazo se les iba a multiplicar por tres. “¿A qué padre en busca de un segundo hijo, le dicen que le vienen tres más, y no se asusta, no se pone pálido? Me tuve que sentar, porque me asusté, la verdad”, le confesó Rubisel al periódico local El Artemiseño.

El hombre ha estado alejado de su familia por varios años siempre por motivos de trabajo pues se graduó de Ingeniería en Electromedicina y ha ido de misión a Honduras (2008-2010) y en Bolivia (2012-2014) y (2016 y 2018) siempre en busca del sustento económico de su familia.

Este fue su segundo intento por tener otro hijo pues en 2016 Suleidys tuvo que interrumpir su embarazo a causa de malformaciones congénitas en el feto y los médicos aconsejaron abortar. Por aquel momento pensaron que ya no lo volverían a proyectar una descendencia más.

En febrero de 2018 volvió a quedarse encinta. Faltaba poco para que Rubisel regresará a Bolivia. Fue entonces cuando les dijeron que traían trillizos. Cuando el padre regresó en junio de la misión se encontró a su mujer ingresada en el hospital Ciro Redondo de Artemisa. Él pidió el fin de la misión.

Sin embargo la cubana quedó nuevamente embarazada en febrero de este año sin planificarlo pero decidieron continuar adelante. Después de siete meses y tras complicaciones con la presión arterial los facultativos tomaron la decisión de hacerle una cesárea para extraer a los tres bebés prematuros.

Los pequeños se nombran Kevin Michel (1.900 gramos), Dayron Leonel (2.050 gramos) y Brayan Rubisel (1.600) se encuentran en buen estado de salud aunque continúa el seguimiento médico de rutina para controlar los parámetros de peso y hemoglobina, siempre complicados en un parto múltiple.

Con información de Cibercuba