Una impresionante tromba marina es avistada cerca del Faro de Maya en Matanzas

Las trombas marinas suelen aparecer en Cuba entre los meses de mayo y octubre. (Foto: Ernesto Pacheco – Facebook)

Una impresionante tromba marina fue avistada cerca del Faro de Maya y la comunidad costera de Carboneras, ubicada en el municipio de Matanzas. El meteorólogo cubano Henry Delgado Manzor reportó el fenómeno ocurrido alrededor de las 5:15 p.m. de ayer lunes.

El especialista compartió imágenes de la tromba en su cuenta de Facebook, las cuales fueron captadas por Ernesto Pacheco, torrero del faro. Según la explicación del experto, la tromba duró aproximadamente ocho minutos y afortunadamente no llegó a tocar tierra.

La comunidad costera de Carboneras se encuentra en las proximidades del Aeropuerto Internacional ‘Juan Gualberto Gómez’, y a unos 40 kilómetros del popular balneario de Varadero, lo que atrajo aún más la atención de los habitantes y turistas de la región.

Este tipo de fenómenos no son frecuentes Cuba. En mayo, ocurrió un hecho insólito cuando tres trombas marinas fueron captadas frente al famoso balneario cubano. Estos embudos giratorios de aire se formaron al norte de la playa y tocaron el mar.

En esa ocasión, registrada a las 7:10 a.m., Delgado Manzor explicó que el trío se formó desde la base de cúmulos de nubes en desarrollo, lo cual es común que se genere durante las horas finales de la mañana.

Asimismo, explicó que las avistadas frente a Varadero son conocidas como “trombas marinas de buen tiempo”, debido a que se desarrollaron en condiciones atmosféricas generalmente favorables.

Las trombas se producen debido a la inestabilidad generada por el fuerte calentamiento del día, en combinación con condiciones favorables en la troposfera media y alta, que generan tormentas con manifestaciones de severidad.

Tales fenómenos son comunes cerca de las costas cubanas, especialmente entre los meses de mayo a octubre, aunque pueden ocurrir en cualquier época del año.

Afortunadamente, en esta ocasión, la tromba no representó un peligro para la comunidad y se disipó minutos después de su formación, dejando a los habitantes de Carboneras maravillados con la imponente fuerza de la naturaleza.