MUNDO
Una modelo prácticamente pierde la vida por su deseo de mejorar su figura
La joven después de su última cirugía quedó en coma durante varios días
Amanda no va a renunciar a “echarse una arregladita” a pesar del gran susto que vivió hace unos días en su última cirugía plástica, donde estuvo muy cerca de la muerte.
La rubia, nacida en Finlandia, prácticamente en su última pasada de mano, quedó en coma durante varios días, pero a pesar de esta mala experiencia no pierde sus deseos de aumentarse los senos.
La joven finlandesa desde muy pequeñita siempre tuvo el fuerte deseo de tener el busto grande y que desde que cumplió los 9 años se percató que las cirugías plásticas eran su futuro. Al cumplir los 18 años viajó a Estonia para poder realizar sus sueños y aumentarse sus senos.
“Ponerme implantes fue uno de los mejores días de mi vida, aunque no fueron tan grandes como yo quería», señaló Amanda.
“Después de mi segundo trabajo de bubis, me di cuenta de que tenía una adicción porque descubrí lo feliz que me había hecho. Diría, incluso, que la cirugía plástica es mejor que el sexo, mucho mejor», añadió.
Consecuentemente su sueño se convirtió en una adicción lo que la llevó a realizarse más y más cirugías, donde en la última prácticamente se queda en la plancha.
En esta última ocasión se dirigió a Lituania para aumentarse el busto, se realizó la cirugía y prácticamente no despierta.
“Cuando desperté me di cuenta de que tuve mi cirugía, pero tuve una convulsión y quedé en coma durante varios días”.
“Los médicos me dijeron que el problema se dio con la anestesia, por lo que estuve cerca de morir, pero a pesar de esta experiencia cercana a la muerte, sigo siendo tan adicta como siempre a la cirugía plástica», concluyó la chica, quien sueña con ser una muñeca sexual de la vida real”.
Con información de La Opinión
