Usan cartón para inmovilizar el brazo de un niño en Holguín por falta de yeso

El padre del pequeño pidió ayuda en Facebook para obtener el yeso y poder atender a su hijo ante la escasez de ese insumo en el hospital de Holguín. (Foto: Jorge Franco-Facebook)

El usuario identificado en Facebook como Jorge Franco, pidió ayuda para su hijo que se fracturó un codo, pero no pudo ser tratado en el hospital de Holguín porque no hay yeso ni para los niños.

Debido a la falta de insumos, tras realizarle una placa, los médicos debieron colocarle un cartón para inmovilizar el área, según se ve en una fotografía compartida por el padre, que pidió a los residentes en la ciudad le vendieran un rollo de yeso para su pequeño.

Al reclamo del hombre reaccionaron de inmediato numerosas personas dispuestas a apoyarlo. Por eso, hace unas horas agradeció a los internautas y afirmó este lunes acudiría nuevamente al centro de salud.

“No tengo palabras para agradecerles, mil gracias a todos. Que Dios me los bendiga mucho”, escribió Jorge Franco emocionado. “Acudieron con rapidez a mi ayuda, gracias”, agregó.

“Estas cosas las sentimos todos, y más cuando se trata de un niño”, afirmaron. “Estas cosas son las que hay que sacar en las noticias, y a ver si cogen el Oro encontrado para los materiales de hospitales y medicamentos”, sugirió.

Al parecer el yeso es otro de los faltantes en la Isla. La internauta identificada como Marlén Olivera contó que en el mes de octubre debía inmovilizar sus manos “y en La Habana tampoco había. Al final mi madre tuvo que mandarme dos férulas desde Estados Unidos, porque en ningún hospital había. Lamentable la situación”.

El gobierno de Cuba cada vez puede sostener menos su idea de ser “una potencia médica”. Ese “logro de la Revolución” cada vez se va cubriendo de más sombra: falta de medicinas, camas, salas sucias, baños poco higiénicos son parte de la realidad de quienes precisan atención en la Isla.

Durante el último pico de la pandemia en el país, cientos de personas fallecieron debido a la falta de oxígeno y de médicos, que no podían cubrir todas las necesidades. Antibióticos como la Azitromicina, utilizado para enfrentar infecciones provocadas por la COVID-19, alcanzaron precios exorbitantes en el mercado informal porque el Estado no podía garantizarlo a los pacientes.