Velero encallado en Cuba crea polémica entre guardafronteras y ‘piratas’

La madruga del miércoles 27 de marzo, un velero de procedencia estadounidense, encalló en los arrecifes de la habanera Marina Hemingway.

Según, Ñico, pescador de Jaimanitas, este no es el primer barco que encalla en la zona; de acuerdo al pescador han sido números barcos que han pasado por la misma situación debido a la poca profundidad del sitio, además al bajar la marea el “diente de perro” sale a la superficie.

«Algunos ‘piratas’ del pueblo se alistan para el abordaje […] el último barco fue abandonado por sus dueños cuando comenzó a hundirse y la gente aprovechó y lo saqueó» relata.

Uno de esos “piratas” fue el joven Dandy, quien narra los acontecimientos de ese día.

«Hay una ley del mar que dicta que lo que se halla en un barco abandonado es propiedad de quien lo encuentra. Los dueños del barco eran un par de viejitos, salieron en el bote salvavidas hasta la orilla y se sentaron en la arena a ver ‘la película’. Dijeron que no les preocupaba, que el barco estaba asegurado y la compañía repondría los daños. Yo nunca vi cómo se arma un barco, pero ya sé cómo desarmarlo”.

Leticia, otra joven de Jaimanitas, y perteneciente a una familia de marineros, da más detalles sobre esa embarcación.

«Aquel barco se llamaba Enma y, es cierto, la gente cargó con todo lo que encontró, pero lo mejor lo cogió guardafronteras: el engine run, que son los filtros del cuarto de máquina y que aquí en Cuba no los hay y cuestan un bolón de pesos. También los instrumentos de navegación, el radar».

Paqui, otro pescador del pueblo, cree que la razón de que haya tantos incidentes como el anterior, se debe a que los dueños de los veleros se niegan a pagar a un guía que los ayude a entrar a la marina.

«Ellos creen que son los campeones del mar y se las saben todas, y con el diente de perro cubano no se juega. Mira este velero, ya comenzó a escorarse y los ‘piratas’ se afilan los dientes para irle arriba».

Respecto al velero que encalló en días pasados, los grupos guardafronteras intentaron acercarse a la embarcación para su rescate pero el fuerte oleaje se los impidió. Tras varios intentos, finalmente lograron enganchar un cabo para moverlo, pero también este plan fracasó.

De acuerdo al subteniente del destacamento de guardafronteras, Núñez, encargado de evitar el paso de “intrusos” durante las labores de rescate, ni la milicia ni los equipos de rescate han tomado alguna posesión del barco.

«No sé de ninguna ley del mar. Aquel era un barco viejo, los dueños sacaron los objetos de valor que les interesaban y lo dieron por perdido. Pero en lo adelante no se permitirá ningún tipo de latrocinio».

Debido al fuerte oleaje y la falta de la técnica adecuada, los guardafronteras han suspendido temporalmente las labores de rescate. Por su parte, dos oficiales de la marina han sido asignados al sitio para evitar el paso de “piratas”.

Con información de Diario de Cuba