Venezuela recibe 2018 en medio de una profunda crisis y con las presidenciales en agenda

En el esperado evento electoral el presidente Nicolás Maduro buscará una reelección, ante un rival todavía desconocido y que llegará pronto si la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) supera sus diferencias y acuerda unas elecciones primarias en los meses iniciales del año.

Maduro llega a 2018 luego de los cuestionados triunfos electorales del chavismo en las elecciones de gobernadores y alcaldes, en octubre y diciembre de 2017, pero con la pesada carga de la crisis económica y heridas abiertas en el oficialismo.

La ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, exalidada del chavismo, sigue denunciando fuera del país al régimen chavista y el expresidente de la petrolera estatal PDVSA y exembajador en la ONU, Rafael Ramírez, acusa a Maduro de traicionar la herencia del presidente Hugo Chávez con un Gobierno que descuidó la atención de los sectores más pobres.

Unas protestas espontáneas por falta de alimentos que cerraron el año 2017 en zonas populares de Caracas dejaron un muerto, en el plan de la fuerza pública por sofocarlas. La Fiscalía ordenó la detención de un soldado acusado de haber disparado contra una mujer embarazada.

En el mensaje de fin de año 2017, Maduro dijo, sin embargo, que en 2017 los logros más importantes fueron la paz social y la estabilidad política con igualdad y con justicia. Afirmó que el que terminó fue un año de asedio a los venezolanos, a través de diversas formas de desestabilización.

Señaló que su Gobierno ha sido «incansable, terco, tenaz», en busca de las condiciones para la convivencia política, la armonía, el encuentro entre los venezolanos.

Como en la mayoría de sus intervenciones públicas, Maduro evitó mencionar los temas clave de la economía, la recesión y la hiperinflación, que mantuvieron encendido el descontento popular en 2017. Las fiestas de fin de año resultaron las más frías en años y en algunos sectores de Caracas la oposición recibió 2018 con un cacerolazo contra el Gobierno.

Según estimaciones independientes, la economía retrocedió alrededor de 10 por ciento del producto interno bruto y la inflación escaló hasta 2.000 por ciento mientras los venezolanos aprendían a sobrevivir a la dinámica de precios cambiantes primero en meses y luego en semanas.

Ramírez, quien dice tener condiciones para ser candidato presidencial por el chavismo, dijo en un artículo en el portal web Aporrea que la situación económica, tanto a nivel macro, como a nivel de la economía popular, es cuando menos un «caos».

«Un desastre, producto de mucha improvisación, desconocimiento, irresponsabilidad, ineficiencia en el manejo de temas tan complejos: inflación, devaluación monetaria, desabastecimiento, caída de la producción de petróleo, caída de la producción interna, todos los sectores económicos paralizados o semiparalizados, las instituciones encargadas de la economía caotizadas, sin cumplir sus tareas», señaló.

Ramírez es objeto de investigaciones emprendidas por el fiscal general interino Tarek William Saab en casos de corrupción en la industria petrolera, que dirigió entre 2004 y 2014.

El director de la empresa encuestadora Datanálisis José Gil Yépez dijo que el Gobierno podría jugar con el lapso de convocatoria de las presidenciales, adelantándolas, y que es poco probable la reelección de Maduro debido a la espiral inflacionaria.

«Es harto conocido que las directivas del Consejo Nacional Electoral (CNE), bajo mayoría chavista, han cambiado los lapsos electorales a su conveniencia. En las próximas elecciones presidenciales, el interés del Gobierno es adelantarlas para evitar el deterioro del apoyo al presidente, aprovechar la desarticulación de la oposición y el repunte del abstencionismo opositor», dijo a la dpa.

La oposición viene de una cadena de frustraciones desde la elección e imposición de la ilegítima Asamblea Constituyente el 30 de julio y las derrotas en las elecciones de gobernadores y alcaldes.

Las disputas entre los dirigentes opositores Henrique Capriles, Henry Ramos Allup y Henri Falcón, siguen sin sanar a comienzos de 2018 y está por verse si con unas primarias volverán a los consensos electorales como estrategia para vencer al presidente.

Maduro ya tiene en la calle pancartas que se refieren a su deseo de reelección y mensajes en la televisión oficial que lo exaltan como «conductor» de victorias, en referencia a su antiguo empleo de chofer de autobús.

La oposición tiene algo más que plantear que la denuncia del deterioro económico y social para convencer a la mayoría de los venezolanos de su propuesta de cambio, tras casi dos décadas de Gobierno bolivariano.

Con información de: diariolasamericas.com

Redacción: Periódico Cubano