Víctimas de la masacre de Parkland son diagnosticadas con “Síndrome del superviviente”

Dos sobrevivientes del tiroteo del Parkland (Florida) diagnosticados con síndrome de estrés postraumático y síndrome del sobreviviente, con tan solo unos días de diferencia, se quitaron la vida a consecuencia del trauma vivido durante el tiroteo.

Los jóvenes sobrevivientes del atentado que tuvo lugar en la Escuela Stoneman Douglas de Florida, habían presentado síntomas consistentes con ambos trastornos, lo que aumentaba el riesgo de suicidio.

El hecho se dio el pasado 14 de febrero de 2018, cuando perdieron la vida 14 estudiantes del instituto, todos menores de edad. Las clases se reanudaron 6 meses después del tiroteo, aunque han sido varios los alumnos diagnosticados con problemas psicológicos similares a causa del trauma.

De acuerdo al doctor, Víctor Schwartz, jefe de la unidad médica de, The Jed Foundation – organismo sin fines de lucro enfocado a la prevención del suicidio adolescente – los sobrevivientes del tiroteo de Parkland, corren un mayor riesgo de cometer actos en contra de su propia integridad como el suicidio al haber sido expuestos a la muerte.

“Los estudiantes de Parkland han hecho un trabajo increíble ahí fuera y siendo defensores del control de armas, pero la tristeza y la angustia siguen ahí.Estoy seguro de que muchos de estos chicos están todavía luchando contra síntomas de estrés postraumático […] Ellos, sus familias y los sistemas de apoyo necesitan estar alerta de momentos de riesgo, como aniversarios o enfermedades familiares”, declaró.

En palabras del especialista, la principal causa de los suicidios fue la llamada “culpa” del sobreviviente; trastorno identificado por psicólogos norteamericanos en los años 60´s, durante estudios realizados con sobrevivientes del Holocausto, cuyos síntomas coincidían con los ya detectados en soldados que retornaban del campo de batalla, y víctimas de desastres naturales e incluso accidentes.

El síndrome fue estudiado, por primera vez, por los terapeutas Lifton y Olson, tras la inundación de Buffalo Creek, en Virginia Occidental, en el que perdieron la vida alrededor de 125 personas.

El trastorno se caracteriza por la presencia de ansiedad crónica, cuadros severos de depresión, fatiga sin causas físicas aparentes, dificultad para conciliar el sueño, inestabilidad emocional, aislamiento social, etc.

Los sobrevivientes a algún hecho traumático han reportado sufrir de pesadillas, recuerdos recurrentes, sentimientos de culpa o deseo de encontrar un culpable así como el arrepentimiento por haber sobrevivido.

Otras características encontradas incluyen el distanciamiento emocional o desensibilización ante la experiencia, la apatía y el intento de dar alguna explicación religiosa, racional o de cualquier tipo al suceso, irritabilidad, agresión, sentimientos de culpa y otros síntomas fisiológicos como problemas gastrointestinales.

Con información de Miami Diario