Ya hay alimento para los cerdos en Cuba, pero no para la población

Ya hay alimento para los cerdos, pero no para los cubanos. (Collage: Canal Caribe-Youtube)

Luego de que se anunciara la reapertura al turismo para este 1ro de julio, el gobierno de Cuba dejó clara una vez más la preferencia que tiene por los extranjeros sobre sus propios ciudadanos, pues casualmente para la misma fecha garantizó el pienso, alimento vital para la cría industrial de cerdos que desde hace meses estaba desabastecido.

Aunque en el país se ha padecido por meses la escasez de carne de cerdo, que solo se encuentran en algunas tiendas con semanas de diferencia, no fue hasta la confirmación de la llegada de turistas que las autoridades anunciaron la compra de la materia prima para elaborar el alimento para los animales y así no falte  carne en hoteles y restaurantes.

Los medios oficialistas celebraron la noticia a pesar de que por meses el régimen ha justificado la escasez con el “bloqueo estadounidense”. El gobierno dice que tampoco cuenta con dinero suficiente para apoyar a los productores, pero esta falta de presupuesto no ha impedido rehabilitar y acomodar hoteles y aeropuertos para los turistas.

Ahora, según la prensa estatal, hay cinco plantas de pienso líquido para la alimentación porcina en la isla. En este momento están por poner en funcionamiento la fábrica ubicada en la provincia de Cienfuegos, para disminuir la importación de materia prima para hacer el alimento para animales.

El secadero de una de las plantas tiene una capacidad para contener hasta 10 mil animales, aunque para cuando entre en labores no estará ni cerca de esta cifra, algo que la Televisión Cubana atribuye a los “ataques del extranjero”, que redujo a menos del 50% la producción de carne.

Actualmente, hay plantas de pienso líquido en las provincias de Artemisa, Villa Clara, Santiago de Cuba y Ciego de Ávila; las autoridades planes de incorporar dos en Holguín y en la Isla de la Juventud.

La carne, mientras tanto, sigue desaparecida de tiendas y mercados, donde los cubanos deben formarse por horas para conseguir cualquier tipo de alimento. A esta escasez se le suma la de vegetales frescos, harinas y granos.