Yía Caamaño habla sobre los bajos salarios en la telenovela cubana ‘Asuntos Pendientes’

Al parecer, fue una de las primeras víctimas del “ordenamiento económico”, que solo ha creado caos a su paso. (Captura de pantalla: UniVista TV – YouTube)

La actriz cubana Yía Caamaño, que desde este año estableció su residencia en Miami, explicó recientemente los problemas salariales que enfrentó cuando trabajó para la popular telenovela cubana Asuntos Pendientes, que llegó a su fin el pasado mes de julio.

En entrevista con el presentador cubano Frank Abel, para UniVista TV, la artista contó que la cuestión del salario para esa telenovela fue tan complicado que no entendía bien lo que estaba pasando. Al parecer, fue una de las primeras víctimas del “reordenamiento económico”, que ha enredado más la particular economía cubana, llena de burocratismo y fracasos.

“Mi firma de contrato duró muchísimo, porque yo ni estaba enterada ni entendía los cambios que habían hecho de subir el salario; pero entonces tenías que estar evaluado, pero tenías que formar parte de un grupo, y la gente de ese grupo solamente eran otra gente… Bueno, eran unas cosas que solamente algo del Sistema Informativo era el que podía cobrar tanto… Y yo aquello no lo entendía”, refirió.

Según explicó, su agencia, que es la misma de todos los actores en Cuba, de carácter estatal, ACTUAR (Agencia Artística de Artes Escénicas), debía negociar un salario acorde a su trabajo, pero tampoco la compañía estaba enterada de cómo funcionarían esos temas a partir de los nuevos cambios impuestos de forma arbitraria en el país, creando un gran caos.

Por eso, dijo que finalmente firmó su contrato por una suma que no le agradaba, la cual no precisó. Sin embargo, ante su “disgusto”, el productor de la telenovela le gestionó un salario mayor, que tampoco detalló. Pese a este esfuerzo, no quedó complacida por lo que ganó con su papel protagónico, en un país donde el salario no es suficiente.

“Yo pienso que las cosas no deben ser así. El productor no debe negociarme a mí con nadie ninguna cifra de nada, mucho menos mi salario; lo debe hacer mi agencia, mi representante artístico”, sostuvo.

Esta declaración abrió la puerta a otra cuestión: los representantes de los artistas en Cuba. Cuando le preguntaron sobre esta posibilidad en el país caribeño, Caamaño respondió que en teoría se puede tener un representante que no sea la agencia estatal que controla todo el sector, pero conllevaría a nunca más ser llamado para un trabajo.

“Lo puedes tener, pero más nunca serás llamado a nada. Mi representante era la agencia ACTUAR, la que todos tenemos”, aseguró.