Yunior García llama a Díaz- Canel asno con garras

El actor y dramaturgo Yunior García Aguilera ha hecho nuevas declaraciones en sus redes sociales en las que compara al actual mandatario cubano Miguel Díaz-Canel con el dictador Gerardo Machado, al llamarlo asno con garras.

García Aguilera, quien vive en España como asilado político desde finales del pasado año, ha expresado en Facebook que “este es, sin dudas, el peor momento de eso que algunos insisten en llamar Revolución, aunque no pase de ser agua estancada.”

Yunior, como se le conoce en el ámbito cultural y político y quien además es uno de los principales impulsores de la plataforma Archipiélago, expresó abiertamente que el mandatario cubano sacó ventaja de funcionarios del propio Partido Comunista con los que tenía relaciones laborales y “logró convertirse en el nuevo asno con garras.”

En cuanto al equipo que rodea al presidente, lo ha calificado de “mediocre y tracatán”. A su juicio, esto no se debe a una desafortunada elección, sino a una estrategia bien pensada y analizada en la que Díaz- Canel busca no tener cerca a nadie inteligente que pueda “hacerle sombra” de alguna forma.

Para la esposa del mandatario también tuvo unas palabras, pues nadie se explica cómo es posible que su cuenta de Twitter no tenga una asesoría y la señora Lis Cuesta deje un rastro de mensajes de mal gusto, chabacanería y poco sentido común, sin que nadie en la alta cúpula del poder mueva un dedo para impedirlo.

Yunior García, de actor a activista político

Desde su exilio, el dramaturgo no perdona tampoco a la intelectualidad cubana. Así lo evidencias sus palabras al decir que “mientras La Habana se derrumba, teoriza (la intelectualidad) sobre urgentes reformas. Culpan al pez más flaco de los problemas más gordos”.

A su juicio, muchos de sus colegas “creen, solemnemente, que cambiando solo algunas piezas, el viejo almendrón funcionará como un Lamborghini. No entienden que el problema no es la parte, sino el todo. El problema es el sistema.”

Y es que actualmente la situación en Cuba es cada vez más preocupante, superando incluso al famoso Período Especial de los años noventa. La falta de electricidad, la escasez de medicamentos y de comida, sumado a las medidas restrictivas impuestas en los últimos meses, han convertido a la Isla en una especie de prisión gigante de la que miles intentan escapar a como de lugar.

Las declaraciones de mujeres y madres como Amelia Calzadilla y el resto de cubanas que han salido en su apoyo, evidencian el resquebrajamiento de un sistema que ya no es capaz ni de responderle a los que deciden permanecer en el país.