Abraham Jiménez en The Washington Post: «De ahora en adelante nada será igual en Cuba»

Inédita ola de manifestaciones multitudinarias en Cuba. (Foto: SOS Cuba-Twitter)

El periodista independiente cubano Abraham Jiménez Enoa, columnista del diario estadounidense The Washington Post, publicó un artículo de opinión referente a las protestas multitudinarias que desde este domingo 11 de julio tienen lugar en la Isla contra el gobierno, afirmando que el pueblo había pasado a la “acción”.

“Los cubanos han pasado de la inconformidad doméstica, de quejarse en casa y asentir en público, a la acción, y eso acaba de abrir una grieta en las arterias del corazón del régimen”, expuso el periodista en uno de los periódicos más influyentes de Estados Unidos.

“De ahora en adelante nada será igual en Cuba: el juego cambió y estas nuevas reglas acercan el porvenir. Lo sucedido supone treparnos a un trampolín de despegue que nos puede lanzar o a que el régimen se torne aún más sanguinario y dictatorial para imponer sus normas, o a la libertad de los cubanos tras 62 años de sufrimiento”, estimó.

El periodista explicó que esta ola de manifestaciones sin precedentes “llevaba un tiempo intentando encenderse”, pues antes se habían visto “chispazos sociales”, como las protestas del Movimiento San Isidro (MSI) y las del Movimiento 27N.

Pero el mayor impacto lo ha alcanzado esta serie de protestas históricas, que han aglutinado como nunca antes a miles de cubanos en disímiles ciudades del país, espontáneamente, sin pertenecer a ninguna organización, en respuesta al hartazgo general por la escasez económica que padece el pueblo, mientras los dirigentes y sus familiares disfrutan de privilegios y buena vida.

Así pues, lo que se ha desencadenado este 11 de julio ha sido “una protesta general de todo un país que deja huecos los argumentos del régimen de que en Cuba los que se oponen y se manifiestan en contra del gobierno son únicamente personas pagadas por la Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) o por gobiernos extranjeros”, sentenció el columnista.

El propio presidente Miguel Díaz-Canel admitió que en las manifestaciones hubo personas que no eran financiadas, ni pertenecían a organizaciones políticas, a quienes llamó entonces “revolucionarios confundidos” por la contrarrevolución y por los “planes desestabilizadores” de EEUU.

El periodista desacreditó estas acusaciones infundadas del dictador cubano, que pretenden esconder la realidad: las protestas son el resultado de la ineficiencia gubernamental en el país, que impide garantizar las necesidades más básicas de los ciudadanos, como alimentos y medicinas.

“Fue el verdadero pueblo el que perdió el miedo y salió a las calles: los barrios intrincados, los marginales, las provincias rurales, las más pobres, la gente para quien hoy es incluso más difícil que de costumbre sobrevivir en este país. No un puñado de artistas ni opositores que están ‘instrumentalizados’. Lo que ocurrió nació de la espontaneidad que genera la desidia de un gobierno inepto y eso no se puede eclipsar”, refirió.

Ante la cada vez peor crisis económica y sanitaria, ante la desesperanza, ante la inconformidad por un gobierno inepto, el pueblo ha marchado por las calles de sus barrios para exigir una vida digna, desde este histórico 11 de julio.

“Los cubanos no aguantamos más a este régimen y ese hartazgo ha reventado. Un país desabastecido por completo de alimentos y medicamentos, con un sistema de salud colapsado por el COVID-19, más la escasez de fluido eléctrico y el aumento de la represión política, por fin estalló. Un cúmulo al que hay que sumarle todas las privaciones que ha padecido este pueblo durante las últimas seis décadas por las ineficiencias y el autoritarismo del régimen”, argumentó.