Accidente aéreo en Sancti Spíritus: piloto cubano sufre el «susto de su vida»

Aseguran que sus tres décadas de experiencia le salvaron la vida. (Foto: Julio Bismar Hernández – Facebook)

El piloto cubano Léster Pérez Sánchez, con tres décadas de experiencia en el sector, vivió este martes un accidente aéreo en Sancti Spíritus que pudo costarle la vida, pero afortunadamente sobrevivió al aterrizaje forzoso, haciendo gala de sus largos años de experiencia.

«El mayor susto de su vida», así ha catalogado este hecho el medio oficialista local Escambray. De acuerdo con el reporte de prensa, la avioneta que piloteaba el cubano se precipitó desde «una altura considerable» hacia el suelo, presumiblemente por un fallo técnico en el motor. El incidente sucedió mientras Pérez Sánchez se encontraba «en funciones propias de trabajo».

Aunque no se precisa qué funciones cumplía en ese momento, se explica que a lo largo de los años ha estado inmerso en varias «misiones», desde fumigaciones hasta extinciones de incendios forestales, y también se sumó a los contingentes que sofocaron las llamas en la Base de Supertanqueros de Matanzas.

En declaraciones a las autoridades locales, el piloto contó: «No sentí miedo al caer, me asusté en tierra ya, pero listo para la pelea».

Según trascendió, es probable que el avión también se salve de su caída, dado que los daños no parecen ser «significativos». Un equipo de investigación continúa analizando los hechos para confirmar las causas del siniestro, si bien adelantaron que podría ser una falla del motor, como mencionábamos antes.

Días atrás, el mismo medio local publicó un reportaje sobre Léster Pérez Sánchez, quien expresó en esa oportunidad que volar “es lo que nos toca por la profesión; miedo no hay; tensión, sí, porque para mí apagar el incendio es el vuelo más difícil que hacemos nosotros”.

El avión que piloteaba cuando sufrió el accidente pertenece a la Unidad Empresarial de Base subordinada a la ENSA (Empresa Nacional de Servicios Aéreos). Precisamente, Sancti Spíritus cuenta con la única base en Cuba de estos aviones M-18, conocidos como Dromedarios, que se usan para labores agrícolas y para sofocar incendios forestales.

En octubre del pasado año, el piloto cubano Rubén Martínez Machado, que también trabajaba en esa provincia, escapó del país con destino a Estados Unidos a bordo de una de las avionetas de la ENSA.