Religioso cubano en huelga de hambre contra las regulaciones de viaje del Gobierno

Días después de que a su hijo se le prohibiera salir Cuba, el activista religioso Guillermo del Sol Pérez se declaró en huelga de hambre como protesta en contra de las regulaciones que impone el Gobierno para que opositores no puedan viajar fuera del país.

El integrante de la Iglesia Católica Antigua de Santa Clara también inició en redes sociales una campaña con la etiqueta #Ni1ReguladoMás, según informó el blog de Instituto Patmos.

Su hijo y periodista independiente, Adrián del Sol Alfonso, estaba a punto de viajar a Trinidad y Tobago para participar en una conferencia sobre libertad religiosa, cuando agentes de migración le impidieron abordar el avión.

Esta situación también se le aplicó a su colega Martha Sánchez Solís, directora de la publicación Cocodrilo Callejero.

La Seguridad del Estado ya había amenazado al comunicador, pero de todas formas decidió ir al Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana junto con su padre. Antes de ser detenido, pudo chequear su boleto y despachar su equipaje.

Cuando pidió la razón por la prohibición, los agentes le dijeron que estaba regulado y esto motivó tanto a él como a su padre a iniciar una protesta pacífica en el aeropuerto por lo que de inmediato fueron detenidos y llevados a la estación policial de Boyeros, donde además les impusieron una multa previo a ser liberados.

En el blog de dicho instituto se señala que la huelga de hambre puede provocar problemas en la salud del religioso porque tiene diagnosticado enfermedades como diabetes, hipertensión severa, cardiopatía, problemas respiratorios y ya sufrió dos trombosis a causa de un grave accidente.

Desde julio del 2018, el Instituto Patmos se dio a la tarea de hacer un registro de los cubanos afectados por la “regulación” del régimen. Este listado inició con 52 nombres y a la fecha ya alcanzó los 132.

La “regulación” fue puesta en marcha por el gobierno cubano tras la reforma migratoria en 2013, cuando se borró de la ley la obligación de solicitar un “permiso de salida” para viajar fuera de Cuba.

Por lo general, este procedimiento es un castigo para periodistas independientes, activistas, opositores, religiosos y artistas que no comparten las políticas comunistas del régimen.

Redacción de Periódico Cubano