Administración Trump pide a jueces que cierren los casos de migrantes para facilitar su deportación

ICE ha desplegado oficiales en las afueras de las Cortes de Inmigración. (Captura de pantalla © ICE Gov – YouTube)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha instruido a los jueces de inmigración acelerar la desestimación de casos pendientes, como parte de una nueva táctica para facilitar la detención y posterior deportación expedita de los extranjeros que queden sin sustento legal en el país.

Según un memorando obtenido por NBC News, la estrategia va en la misma línea de tener oficiales del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a las afueras de las Cortes de Inmigración. Así le ocurrió recientemente al cubano Oscar Sánchez en Houston, Texas.

Si los jueces desestiman los casos sin la tradicional espera de 10 días para la respuesta del inmigrante, se pueden aumentar las detenciones. El plan de Donald Trump es cumplir con su promesa de campaña de realizar la mayor deportación de la historia del país. Ante el poder del gobierno federal y sus agencias nadie está exento.

Los jueces de inmigración, quienes están bajo la supervisión de la rama ejecutiva, deben cumplir con los memorandos que emite el Departamento de Justicia. En ese sentido, están obligados a permitir que los abogados del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) presenten mociones orales para desestimar los casos de asilo de manera expedita, sin necesidad de documentación adicional.

Una vez que un caso es desestimado, los inmigrantes pueden ser sometidos a procedimientos de “remoción acelerada”, lo que significa que pueden ser deportados sin la oportunidad de presentar su caso ante un juez de inmigración. Según el memorando, los inmigrantes en estos procedimientos están sujetos a “detención obligatoria”, lo que autoriza a ICE a arrestarlos de inmediato.

Aunque el memorando hace referencia a una provisión de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que permite la desestimación de casos en ciertos casos, ha generado controversia. Abogados especializados en inmigración, como Greg Chen de la American Immigration Lawyers Association, consideran que esta práctica viola la ley al omitir detalles específicos sobre las circunstancias de cada caso.

Por su parte, un miembro cercano al sindicato de jueces de inmigración ha expresado su descontento con la medida. Señala que esta táctica “hace una burla del proceso” y pone en duda los principios de justicia que la administración Trump defendió durante su campaña electoral, los cuales abogaban por un proceso más justo y transparente en las deportaciones.

Si bien la desestimación acelerada de casos incrementa el número de personas detenidas, se enfrenta a un desafío logístico. Según datos de ICE, más de 51,000 inmigrantes estaban bajo custodia de la agencia a finales de mayo, superando la capacidad de 41.500 personas para la que está financiada. Expertos en la materia han señalado que este exceso de detenciones podría resultar en una crisis de hacinamiento, afectando tanto las condiciones de detención como los recursos disponibles para manejar los casos.

Por ello, ICE quiere aumentar hasta 100.000 camas en los centros de detención antes de que finalice el 2025. Uno de los planes para el desarrollo acelerado es rentar espacios en cárceles que administra el sector privado.

Jason Houser, exjefe de personal de ICE durante la administración de Joe Biden, advirtió que este enfoque podría desviar recursos hacia la detención de migrantes no criminales, lo que podría resultar en una pérdida de tiempo y recursos valiosos, mientras que las amenazas a la seguridad nacional siguen siendo una prioridad.