Madre cubana lucha por no ser desalojada de su vivienda

Anyel Valdez Cruz es el nombre de una madre cubana, residente del municipio habanero Arroyo Naranjos,  que alza su voz con la finalidad de denunciar la arbitraria manera en la que intentan desalojarla, a ella y a sus cuatro hijos, del lugar donde reside desde hace 4 años.

Según lo que Valdez Cruz declara, ella se encontraba viviendo junto a sus hijos en una casa de madera, infestada de insectos, aledaña a un río, que con sus constantes crecidas había dañado las pocas pertenencias que tenía, entre ellas sus colchones.

En busca de una solución, esta madre cubana se dirigió hasta el presidente del Plan municipal, quien le respondió que no tenían una respuesta para ella y que (a pesar de las condiciones críticas en las que se encontraba) no habían viviendas disponibles.

Para poder ofrecerle a sus 4 hijos unas mejores condiciones, Anyel se muda hasta un local que se encontraba vacío; posterior a esto (a consecuencia de su militancia en un partido político) los miembros de la seguridad del estado empiezan a sofocarla para que salga de ese lugar.

No teniendo a donde más ir, esta desesperada mujer recurrió  a todas las instancias pertinentes, empezando por las municipales, pasando por las provinciales e incluso llegando al consejo de estado; esfuerzo que fue en vano debido a que no le han ofrecido ninguna solución, “peloteándola” sin dar una respuesta concreta.

Así han transcurrido 4 duros años de pedir ayuda y de vivir bajo la presión de que las autoridades le piden quedarse en la calle con sus cuatro pequeños, sin poder ofrecer un lugar seguro para ellos.

“Fui a ver al presidente del plan municipal a hablar con él y explicarle la situación y me dijo que no había solución (…) dice que no hay casa para resolverme”, “Ahí es cuando yo salgo a buscar un local para salvar a mis hijos (…) bajos de peso, siete mesinos, porque hay muchas enfermedades (…) encontré un local vacío (…) y allí fue donde me colé”

“A raíz de ahí la seguridad del estado me está sofocando”, “Fui a ver a la de vivienda,  al del poder popular, al provincial, al consejo de estado para quejarme para ver si me podían resolver mi problema pero al final, en conjunto, e pelotean, te vuelven a mandar al municipal y al final todo es una burla”, “Cuatro años en esta lucha”, “Me siguen sofocando que tengo que salir de aquí”, “Tengo que ponerme fuerte porque de aquí no me puedo ir, porque ¿a dónde me voy a ir?”.

Esta es una triste realidad que se vive día a día en Cuba y no es la primera vez que sucede; un ejemplo de ello es Anisleidys Méndez, una madre soltera de Cienfuegos a quien se sentenció con tres meses de prisión el pasado mes de mayo  al ser acusada por “desobediencia”  por negarse a salir de su hogar con sus tres hijos menores de edad.