Anuncian inversiones extranjeras para reactivar la cerveza Tínima y la producción de pepino de mar

Durante el 2023 se deben recaudar 232.787.600 dólares por las exportaciones que serán impulsadas sobre todo por el ron y productos del mar, apuntó el ministro de Economía de Cuba. (Foto: Captura de pantalla)

Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación del régimen castrista, anunció la llegada de capital extranjero que invertirá en siete proyectos vinculados a la producción de alimentos. Entre ellos destaca la reactivación de la cervecería Tínima en Camagüey y la producción de pepino de mar, una especie marina altamente cotizada en el mercado asiático.

Además, habrá una empresa mixta que producirá y comercializará derivados del cacao, otra dedicada a la prestación de servicios de refrigeración, así como el procesamiento y venta de esponjas marinas, pescado y ginebra.

La cervecería Tínima en Camagüey se inauguró en 1985, utilizando agua de manantiales locales y malta importada para producir su cerveza, lo que le daba un sabor único y distintivo. La cervecería se convirtió en un importante centro de trabajo para la población local, brindando empleos y apoyo económico a la comunidad. Pero la falta de financiamiento para reparar la industria e importar materia prima terminó por paralizar la producción.

En julio de 2022 se produjo un escape de amoniaco en la fábrica que obligó a la urgente evacuación de los estudiantes de la Ciudad Escolar ‘Máximo Gómez Báez’, conocido como la vocacional de Camagüey, aledaña a la instalación.

Durante un encuentro sostenido con funcionarios del Ministerio de la Industria Alimentaria también se expresaron los deseos de que llegue más capital extranjero a la Isla para potenciar las producciones del camarón, la angula y el café con el objetivo de exportarlos y generar divisas para pagar las deudas que tienen ahogada a la economía estatal.

Gil Fernández reconoció que el plan de exportación de alimentos de 2022 solo se cumplió en un 92%, y para el actual 2023 los augurios no son nada buenos, por lo cual la solución es buscar más capital foráneo para que eventualmente se vean los frutos en un futuro próximo. Como era de esperarse, el también viceprimer ministro no perdió tiempo para culpar al “bloqueo de EEUU” de todos los males de la economía cubana.

No obstante, reveló que durante el 2023 se deben recaudar 232.787.600 dólares por las exportaciones que serán impulsadas sobre todo por el ron y productos del mar (langostas y camarones).

La dependencia de las importaciones de Cuba en productos alimenticios es un problema que se arrastra desde hace décadas. Antes de la caída del campo socialista, la Isla recibía millones de toneladas de alimento desde la URSS gracias a su participación dentro del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). Posteriormente, se beneficiaron de las ayudas de Hugo Chávez en Venezuela, pero la realidad es que el sistema comunista nunca ha sido capaz de producir los alimentos que se consumen internamente.

Por ejemplo, en la actualidad el gobierno castrista gasta millones de dólares al año en la compra de carne de pollo en Estados Unidos, siendo los productores estadounidenses los principales proveedores de esta proteína en Cuba.

Según un informe reciente de la Cepal, la FAO y el PMA, Cuba es el segundo país más deficitario y dependiente de las importaciones agrícolas, solo superado por Venezuela.