Archipiélago pide a la comunidad internacional estar pendiente de la “Marcha Cívica por el Cambio”

Cubanos de diferentes provincias están listos para participar en la marcha del 15N. (Foto ilustrativa: Marcos Evora-Facebook)

El grupo de moderadores del colectivo Archipiélago publicó en sus redes sociales una carta dirigida a la comunidad internacional para que los gobiernos con sedes diplomáticas en Cuba estén pendientes de la «Marcha Cívica por el Cambio», convocada para el 15 de noviembre.

“Ante las amenazas de los gobernantes, de los órganos represivos y de sus partidarios más radicales, nos preocupa mucho la seguridad de los manifestantes. Las medidas y sugerencias que estamos dando a la ciudadanía para prevenir la represión, ante lo comentado, podrían no ser suficientes”, dice el documento.

En la misiva se menciona de manera particular a los países de la Unión Europea para que vigilen el respeto del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación firmado con el régimen castrista.

Uno de los puntos de este acuerdo refiere que las partes firmantes deben garantizar el respeto a los derechos humanos y la promoción de los principios democráticos, así como libertades fundamentales.

“Todos coincidimos que el acompañamiento de actores internacionales es, dados los acontecimientos y amenazas reinantes, casi el único recurso que podría persuadir a las autoridades cubanas de emplear la violencia contra manifestantes pacíficos”, expone la carta, donde también se pide la presencia de medios internacionales.

Asimismo, se hace un llamado a la comunidad internacional para que demuestre una solidaridad efectiva y eficiente hacia la movilización de los cubanos, a fin de proteger a los participantes y sus familias.

“Queremos que sea un día recordado por la concordia, el respeto y el civismo; haremos todo lo que esté en nuestras manos por garantizar la seguridad de los manifestantes y agradecemos de antemano toda ayuda y apoyo que comparta los mismos objetivos de esta Marcha Cívica del Pueblo Cubano: el respeto a los derechos fundamentales, el activismo pacífico contra la violencia y la liberación de todos los presos políticos”, expresa el texto.

En la misiva se recuerda que la protesta pacífica estaba programada para el 20 de noviembre, pero el gobierno respondió con una movilización militar para ese día y por ello se adelantó la fecha al 15 de noviembre, para evitar conflictos en espacios públicos.

Tras el cambio de día, el régimen declaró la manifestación como un acto ilícito, esgrimiendo argumentos que tergiversan el contenido de la Constitución cubana y demuestran la ausencia del estado de derecho en la Isla.

“Las autoridades han desatado una feroz campaña de amenazas, intimidación y coacción a los promotores de la iniciativa y a toda persona que públicamente declarase su apoyo a esta. Se está creando un clima peligroso para la sociedad cubana y sus familias”, indican los moderadores de Archipiélago.

En el documento se detalla que hay amenazas de expulsiones laborales y hasta linchamientos mediáticos contra las personas que están interesadas en participar en la marcha.

“En sus comparecencias públicas, el presidente Díaz-Canel ha amenazado con volver a dar la “orden de combate” como la que diera el 11 de julio”, sostiene el colectivo cubano, denunciando la incitación al odio que promueve el gobierno contra los futuros manifestantes.