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Archivos de Kennedy: el plan de un opositor para explotar una planta eléctrica de La Habana
La CIA mantuvo contacto con un opositor que tenía planes para desestabilizar el gobierno de Fidel Castro

Periódico Cubano ha comenzado una revisión de las 80.000 páginas relacionadas con el fatal tiroteo del 22 de noviembre de 1963. (Foto © Periódico Cubano – Grok)
Entre los documentos desclasificados sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy se encuentra un amplio informe sobre las acciones de un opositor anticastrista en Cuba, identificado como AMBANG-1, y su relación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
Periódico Cubano encontró esta información en el archivo 104-10179-10182, publicado en la página web de los Archivos Nacionales de EEUU (NARA, por sus siglas en inglés), desde el pasado mes de marzo, por orden del presidente Donald Trump.
Según la información redactada en el archivo, que en su momento fue considerado secreto y se prohibía emisión de copias, AMBANG-1 planificó junto con la CIA una operación de sabotaje contra una planta eléctrica de La Habana en 1963, año de cuando ocurrió el magnicidio en la ciudad de Dallas, Texas.
AMBANG-1 informó a sus contactos en Washington, durante una reunión celebrada el 21 de junio de 1963, que había decidido emprender una acción de sabotaje contra esa estructura.
Además, contaba con la colaboración de un hombre que trabajaba dentro de la propia instalación y que estaba capacitado para ejecutar la operación. Para ello, solicitó apoyo logístico y material, incluyendo veinte libras de explosivos de alta potencia y entre seis y ocho granadas de termita, un compuesto químico utilizado para incendios de alta temperatura.
Durante las conversaciones, AMBANG-1 expresó la preferencia de recibir el material explosivo en cantidades divididas y mostró flexibilidad respecto al lugar de entrega, considerando tanto San Juan como territorio cubano.
Sin embargo, manifestó una clara inclinación por recibirlo dentro de Cuba si era posible. Los contactos de la CIA señalaron que debían consultar esta solicitud con sus superiores, aunque de manera provisional confirmaron la capacidad y disposición para proveer el material solicitado.
En un diálogo adicional, AMBANG-1 fue cuestionado sobre la previsión de futuras necesidades de materiales similares dentro de la Isla. Explicó que, si su grupo estaba listo para iniciar una operación de sabotaje significativa, podría ser viable comenzar el almacenamiento de explosivos en territorio cubano para facilitar las acciones futuras.
El opositor garantizó que estaban en condiciones de llevar a cabo el sabotaje contra la planta eléctrica, sin precisar cuál de las instalaciones sería el objetivo. Aunque no prometió una acción inmediata, enfatizó la importancia de asegurar los detalles de la operación y la seguridad del hombre encargado de ejecutar el sabotaje.
Asimismo, aseguró que estaría en condiciones de cumplir con esta misión y otras que se presentaran en el futuro. Manifestó además un profundo agradecimiento por cualquier apoyo material que la CIA pudiera proporcionar para facilitar sus planes.
La vinculación de este caso con el asesinato de John F. Kennedy podría situarse en el contexto histórico y geopolítico de la Guerra Fría, en el que la CIA desarrolló múltiples operaciones encubiertas contra el régimen de Fidel Castro y Cuba en general.
Durante esa época, la administración Kennedy enfrentaba una fuerte tensión con Cuba, marcada por la invasión de Bahía de Cochinos en 1961 y la Crisis de los Misiles en 1962, lo que llevó a la CIA a intensificar esfuerzos para desestabilizar el gobierno cubano mediante sabotajes, espionaje y apoyo a opositores internos como AMBANG-1.
Aunque la responsabilidad del castrismo con el asesinato del presidente demócrata es una más de las hipótesis de este hecho, estas acciones de opositores y la CIA podrían haber sido un detonante para acabar con la vida del mandatario.
Archivos desclasificados sobre el asesinato de Kennedy analizados por Periódico Cubano
Tras la desclasificación de más de 80,000 páginas relacionadas con el asesinato del presidente John F. Kennedy, Periódico Cubano inició un análisis exhaustivo de estos documentos con el propósito de esclarecer aspectos clave de la relación entre Cuba y el fallecido dictador Fidel Castro. Este estudio se centra especialmente en las tensas interacciones entre el régimen comunista cubano y la administración de Kennedy.
En nuestra sección Cuba Papers, ponemos a disposición de los lectores una amplia variedad de temas y hechos vinculados al magnicidio, muchos de los cuales permanecieron ocultos durante décadas hasta que, por orden ejecutiva de Donald Trump, fueron finalmente liberados para acceso público.
Entre los documentos revisados por nuestro equipo editorial sobresalen casos de gran relevancia, como la existencia de un doble agente, la posible vinculación de un simpatizante de Castro con el asesinato, las acciones anticastristas destinadas a sabotear la producción azucarera, y las solicitudes de visa de Lee Harvey Oswald en las oficinas diplomáticas cubanas en México, entre otros asuntos de interés.
