“Ataúd volador”: así llamaban al avión militar que se estrelló en Cuba

El avión militar cubano que se estrelló por problemas técnicos el pasado 26 de febrero en Güira de Melena, a 40 kilómetros de La Habana, era un caza diseñado por la Unión Soviética en 1955, frecuentemente catalogado como “ataúd volador” por la prensa.

Según recoge la agencia rusa Sputnik News, el MiG-21 que cayó en Cuba es un tipo de caza interceptor supersónico con capacidad limitada de ataque a tierra, y fue diseñado entre hace más de seis décadas. Los pilotos soviéticos lo llamaban ‘Balalaika’ por su parecido con este instrumento musical.

Aunque es considerado uno de los cazas más exitosos de la historia, la gran cantidad de accidentes que involucran a estas naves le ha hecho ganar el calificativo de ataúd volador, junto con el MiG-23.

En 2002, un MiG 21 que volaba sobre la India se estrelló contra un edificio, dejando unos cinco muertos y casi una veintena de heridos, obligando a la fuerza aérea de ese país a limitar su utilización

De acuerdo con un reporte de la agencia IPS, en los últimos años de la década de los noventa, los MiG 21 cayeron del cielo a un ritmo de uno por mes. La mayoría de los 40 pilotos que murieron mientras volaban esos cazas durante ese periodo eran novatos que probaban velocidades supersónicas antes de pasar a naves más costosas

No obstante, los MiG-21 han prestado servicio en las fuerzas aéreas de unos 50 países y en la actualidad todavía se mantiene activo en muchos de ellos, como es el caso de Cuba. Posiblemente, su adquisición en la Isla se remonte a la guerra de Angola, donde esta aeronave fue una de las protagonistas.

El MiG-21 es el avión de combate con mayor cantidad de ejemplares producidos desde la Segunda Guerra Mundial, así como el de más largo período de producción, unos 26 años.

Namibia se convirtió en uno de los últimos países en incorporar el interceptor a su fuerza aérea cuando adquirió dos MiG-21 en marzo de 2005.

Según el sitio Russia Beyond, a esta nave le es desmerecido el calificativo de ataúd, pues el número de colisiones del MiG-21 responde también a que fue el avión de mayor tiempo en uso operativo y el más numeroso.

En 2017, unas 18 fuerzas aéreas alrededor del mundo continuaban usándolo y China hizo una clonación que ahora cuenta con más de 700 cazas, de los que suministró con 150 a Pakistán.

De acuerdo con la agencia, el clima tropical puede ser un problema para estos aviones de combate, debido a que el aire caliente implica que los motores de los aviones produzcan menos empuje y el ala proporcione menos sustentación en comparación con aviones similares que vuelan en climas templados o invernales.

El declive de la URSS también impactó en la escasez de repuestos para estos aparatos, así como en el cierre de algunas fábricas de armamento, que detuvieron el libre flujo de repuestos desde este país, lo que promovió una producción en países de Europa del Este que hicieron de esta fabricación un negocio lucrativo y de menos calidad.