Más de 800 mujeres se sometieron a un aborto en Matanzas en lo que va de año

El Hospital José Ramón López Tabrane, en Matanzas, reportó un incremento en las interrupciones de embarazo, con respecto al mismo periodo del 2019.

Hasta el cierre de julio, 854 mujeres se habían realizado interrupciones voluntarias de embarazo, lo que podría deberse a múltiples factores.

El incremento de estos casos podría significar que hay mayores recursos en el hospital con respecto al año anterior, que le permiten llevar a cabo la operación.

Aunque la interrupción del embarazo en Cuba es legal hasta las seis semanas (1 mes y medio) de gestación, acceder al procedimiento no es sencillo para las cubanas antes de ese periodo.

La falta de material, instrumentos, medicamentos y hasta espacio en los hospitales influye para que las cubanas no puedan tener acceso al método de manera segura, principalmente por la falta de medicinas necesarias para una interrupción tan temprana.

Esto porque, de acuerdo con una de las doctoras del hospital, entre las complicaciones inmediatas que ocurren durante el proceso está presentar traumatismo de cuello uterino o vagina, sangramiento, así como la perforación del útero, que puede concluir con esterilidad o hasta desangramiento.

“Dentro de las complicaciones medianas están; los abortos incompletos, que pueden de alguna manera drástica afectar la fertilidad permanente de la mujer”, explicó la médico.

Esto se trataría con medicamentos que en Cuba llegan con muy poca frecuencia y no cubren la demanda necesaria cuando lo hacen.

En este caso, no se hablaría de que en 2019 hubo menos embarazos no deseados, sino que los que hubo no pudieron interrumpirse, al menos en ese hospital.

En ese sentido, el aumento de casos podría indicar también el aumento de embarazos no deseados, aunque no necesaria, posiblemente, pues los preservativos son otro de los productos que se encuentra desaparecido de las farmacias y tiendas cubanas.

Mientras en otros países, aun de Latinoamérica, los condones se entregan gratis en los centros de salud, en Cuba no es posible conseguirlos ni comprados desde hace meses, algo que el gobierno tampoco se ha preocupado por resolver.

Siendo este el método anticonceptivo más esencial y sencillo, no extraña que métodos más complejos como píldoras, DIU, o cualquier tratamiento hormonal sea imposible de adquirir en la Isla, en cuyas farmacias no hay ni siquiera analgésicos o antibióticos.

Por otra parte, la falta de una educación sexual óptima que permita el conocimiento y adquisición de estos métodos a todas las mujeres también provoca las altas tasas de embarazos no deseados, en especial en menores de edad.