Aún con cifras maquilladas, el desempleo en Cuba es casi del 8%

La pandemia del coronavirus ha traído para la economía cubana una de las peores noticias del año. Tanto el sector estatal como los trabajadores por cuenta propia se enfrentan a una reducción de su plantilla laboral por la paralización de las actividades económicas.

Para el economista cubano Pedro Monreal, el asunto de una eventual recuperación post COVID-19 pasa por una “reforma del mercado laboral”, pues “no se trata solamente de reactivar la fuerza de trabajo en paro debido a la crisis, sino sobre todo de colocar el trabajo y la productividad en el centro del modelo”.

Antes de que llegara el confinamiento y la detención de las actividades, las empresas estatales ya eran improductivas por la gran cantidad de trabajadores que “inflan” las plantillas. Por lo general es personal administrativo que labora en áreas burocráticas y no directas a la creación de riquezas mediante bienes y servicios.

Monreal explica en su cuenta de Facebook que los trabajadores estatales interruptos “netos” (sin reubicar) más las licencias de trabajo por cuenta propia (TCP) en “cese temporal” que se mencionaron en la Mesa Redonda del 2 de junio ya suman 345 mil trabajadores, lo cual equivale casi a una tasa de desempleo del 8% (7.6% concretamente).

La gran caída está relacionada sobre todo con la actividad turística, desde que el 2 de abril pasado se cerraron las fronteras cubanas. Muchos de ellos son TCP vinculados a casas de renta, paladares y transportistas. Sin embargo, su papel dentro del empleo cubano sigue estando en crecimiento.

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Las estadísticas muestran que el TCP creó entre 2008 y 2019 un total de 480 mil empleos, mientras el sector estatal desapareció más de un millón de trabajadores que eufemísticamente quedaron “disponibles”.

Monreal resume que “el reto a corto plazo es grande, pero el reto a largo plazo es más complicado. Con una situación donde 1 de cada 3 personas en edad laboral no trabajan en Cuba (descontando los mayores de 16 años que estudian), el modelo económico difícilmente pueda ser funcional”.

En 2018, la población “inactiva” de Cuba (descontando los que estudian) era de 2.2 millones de personas. Asumiendo que exista una parte que no trabaje por incapacidad, cuidado familiar, etc., seguiría siendo una cifra demasiado grande.

Por ello es importante que el gobierno apruebe la creación de pequeñas y medianas empresas PYMES que además de dinamizar la estructura empresarial absorban a los desempleados.

Si los dirigentes comunistas no toman esa decisión solo hay 4 escenarios posibles para afrontar los trabajadores improductivos:

1. a) dejarlo en plantilla afectando la productividad y eficiencia de la empresa
2. b) subsidiar el desempleo
3. c) cursos de reentrenamiento
4. d) facilitar que el sector privado y cooperativo los absorba.