Autoridades mexicanas desalojaron un campamento de migrantes en la ciudad fronteriza de Tijuana

En un campamento de migrantes en la ciudad de Tijuana vivían casi 400 personas (Foto: Ayuntamiento de Tijuana – Facebook)

Policías locales y personal de protección civil desalojaron a unos 382 migrantes que desde hace un año acampaban en la explanada del cruce fronterizo peatonal “El Chaparral”, ubicado en la ciudad de Tijuana, al norte de México.

Un comunicado de la alcaldesa Montserrat Caballero indicó que el operativo inició a las 5:00 a.m. del pasado domingo, con el objetivo de movilizar a los extranjeros a diferentes albergues por razones sanitarias y de seguridad.

Los migrantes, la mayoría de origen centroamericano, solo tenían permiso para cargar sus documentos personales y tres mudas de ropa.

Este campamento se formó a finales de 2021, cuando cientos de migrantes llegaron a la frontera, motivados ante la idea de que el presidente Joe Biden facilitaría el acceso hacia Estados Unidos.

Los indocumentados empezaron a cruzar la frontera de manera ilegal con la esperanza de solicitar asilo al momento de ser detenidos, pero las autoridades estadounidenses aplicaron en contra de ellos el Título 42, normativa que permite la expulsión inmediata por motivos sanitarios.

Al final, casi 700 extranjeros decidieron establecerse en el campamento para ejercer presión, con la esperanza de que les dieran la oportunidad de solicitar el asilo, pero con el paso de los días bajó el número de residentes en esta zona.

El Ayuntamiento de Tijuana activó un sistema de credencialización en el mes de octubre, para controlar el ingreso al campamento y de esta forma se evitaba la presencia de más ilegales en este lugar.

Hasta ese momento, los migrantes podían retirarse de manera voluntaria para irse a un sitio más seguro, pero esta idea cambió, según las autoridades tijuanenses, ante un brote de varicela, contagios de COVID-19 y la disminución de las temperaturas.

El 23 de diciembre, se hizo el primer intento para movilizarlos hacia albergues, pero muy pocos aceptaron la propuesta, pese a que las lluvias habían dañado algunas carpas donde pasaban las noches.

“Como alcaldesa de Tijuana debo tomar decisiones firmes. El bienestar de las personas, de los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores ahí ubicados no es un juego, ni algo que debería dejarse a la incertidumbre”, manifestó Caballero en el boletín.

Mientras esto ocurría en el norte de México, en la ciudad de Tapachula, fronteriza con Guatemala, migrantes que iniciaron una huelga de hambre decidieron encadenarse para exigir al gobierno de Andrés Manuel López Obrador la distribución de visas por razones humanitarias.

Los migrantes necesitan de ese documento para poder moverse en territorio mexicano sin el riesgo de ser interceptados en un punto de revisión migratoria.