Balsero cubano que pasó dos semanas a la deriva permanecerá en EEUU

Fue el único sobreviviente de un grupo de cuatro cubanos. (Collage: Telemundo 51 Miami-YouTube / onlyindade-Instagram)

Julio César Capote, el joven balsero que pasó 10 días a la deriva antes de ser rescatado, permanecerá en territorio estadounidense luego de recibir la aprobación de las autoridades migratorias del país.

Capote, de 21 años, pasó satisfactoriamente su entrevista de «miedo creíble» tras explicar que su tío, un exmilitar cubano que falleció en el trayecto hacia Estados Unidos, había desobedecido órdenes de reprimir al pueblo durante las manifestaciones del 11J y se encontraba  a la espera de recibir represalias.

“A mi tío lo estaban obligando a que le cayera a golpes a las personas en la calle y a él no le cuadraba eso porque él no era de esas personas”, declaró ante las cámaras de Telemundo 51.

Después de ese incidente, su tío, identificado como Chenli Yoan Capote, lo llamó para sugerirle que escaparan juntos de la Isla. Ambos consiguieron una embarcación improvisada y salieron del país acompañados por dos hermanos, Josué Gabriel y Karen Rojas Pareta, de 22 y 19 años respectivamente.

De acuerdo con el joven, una fuerte ola volteó el bote, por lo que los pasajeros perdieron sus pertenencias, entre ellas el agua y la comida que tenían para su viaje hacia Florida.

Los hermanos fueron los primeros en lanzarse al agua, pues ambos estaban sufriendo gravemente por la deshidratación. Capote indicó que más tarde otra ola desprendió un pedazo de la balsa, por lo que su tío intentó alcanzarlo, pero fue arrastrado por la corriente.

Luego de eso, el balsero pasó 10 días a la deriva, padeciendo alucinaciones por la deshidratación y quemaduras en las piernas debido al sol, hasta que fue descubierto por un buen samaritano en las cercanías de Fowey Rocks, en Key Biscayne. El hombre le dio agua y notificó a la Guardia Costera de EEUU.

Durante su entrevista con el periodista cubano Yusnaby Pérez, Capote aseguró que no volvería a intentar un viaje así. Pero al mismo tiempo se sentía orgulloso de la decisión que tomó su tío de negarse a maltratar al pueblo.

“Me siento orgulloso de haber tomado la misma decisión que él”, afirmó.

Por último, Capote dijo que deseaba conocer al buen samaritano que lo encontró flotando en el mar y le brindó agua, alimento y ayuda.

“Yo quisiera conocer a ese señor en vivo para agradecerle que gracias a él estoy vivo. Gracias a esa botella de agua y a esa comida pude salir adelante”, concluyó.