Camagüeyanos listos para participar en la “Marcha Cívica por el Cambio”

Levantamiento social en Camagüey durante el 11 de julio. (Foto: Maribel Castellón – Facebook)

Cubanos residentes en el municipio de Camagüey también confirmaron su participación en la “Marcha Cívica por el Cambio” que ahora se realizará el 15 de noviembre en varias localidades de la Isla.

La Hora de Cuba informó que la actriz Iris Mariño se encargó de entregar la carta de notificación en la oficina de Atención a la Población de la Intendencia Municipal de Camagüey.

El medio independiente explicó que la carta fue leída por la funcionaria Martha Peláez, quien en algunos momentos abrió con asombro los ojos y al final de la lectura dijo: “cuídense mucho mis ángeles”.

Además de Mariño, el documento también está firmado por el sacerdote católico Alberto Reyes y el activista Ediversi Santana, entre otras personas que promueven la protesta convocada por el colectivo Archipiélago.

En el texto se menciona que el contingente saldrá a las 2:00 p.m. del parque Agramonte, tras la colocación de una ofrenda floral en el monumento al General Ignacio Agramonte. Luego se emprenderá camino hasta la Plaza Joaquín de Agüero, donde habrá una concentración de 30 minutos.

La marcha pasará por las calles Independencia, Ignacio Agramonte, República y Avenida Joaquín de Agüero. Se espera la participación de unas 2.000 o más personas.

Tal como han sufrido activistas y otros cubanos promotores de la movilización, Mariño también fue víctima de hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado.

La actriz recibió el domingo pasado una visita del agente “Cristián”, jefe del Departamento de Enfrentamiento a los Delitos de la Contrarrevolución, quien le lanzó una advertencia por la recogida de firmas.

Gobierno cubano no acepta la marcha pacífica

Esta mañana, autoridades municipales citaron a promotores de la “Marcha Cívica por el Cambio” para notificarles que esta protesta “es ilícita”, pese a que se ha convocado como un acto pacífico y respaldado en el artículo 56 de la Constitución cubana.

El régimen castrista se apegó al trillado discurso de vincular al gobierno de Estados Unidos en la organización del evento, que realmente es una idea promovida desde la ciudadanía en la Isla.

“Ello reafirma que la marcha anunciada, cuyo esquema organizativo se concibe simultáneo para otros territorios del país, constituye una provocación como parte de la estrategia de cambio de régimen para Cuba ensayada en otros países”, dice una carta del régimen dirigida a los organizadores de la manifestación en La Habana Vieja.

En todo momento se ha referido que la protesta es de carácter pacífico y que en ella se pedirá un alto a la violencia institucional, el respeto a los derechos humanos, la liberación de los presos políticos y una solución democrática a las diferencias en el país.