Condenado a siete años de cárcel por protestar en Cuba se reencuentra con su bisabuela ciega

Bisabuela cubana ciega se llevó una enorme sorpresa al darse cuenta de la presencia de su bisnieto en casa. (Captura de pantalla: Yaima Sebey – Facabook)

El cubano Yunior Sebey Mena, quien fue condenado a siete años de cárcel tras participar en las protestas masivas del 11 de julio de 2021 en Villa Clara, vivió una semana cargada de emociones al reencontrarse con su familia y, en especial, con su bisabuela, una anciana invidente que lo recibió con un abrazo lleno de amor en cuanto reconoció su voz.

Sebey Mena, quien pudo visitar a sus seres queridos durante un permiso de tres días en el reparto de Vigía, de la capital villaclareña, se acercó a su bisabuela en medio de una atmósfera cargada de emoción y afecto.

“¡Ay mi viejuca linda!”, exclamó con cariño, a lo que la anciana respondió con un “¡Ayayayayyyy!”. Tras ello se dieron el emotivo abrazo, que fue compartido en Facebook por la hermana de Yunior, Yaima Sebey, residente en Tampa, Florida.

En los comentarios de la publicación, allegados a la familia manifestaron su emoción y admiración por la capacidad de la anciana para reconocer a Yunior con tanta rapidez, a pesar de los dos años de separación.

Otras publicaciones relacionadas con el joven muestran a amigos, familiares y vecinos en el barrio recibiendo al preso político como un héroe, a través de una cálida bienvenida para su breve estancia.

En noviembre del año pasado, Sebey Mena protagonizó una huelga de hambre y sed en la prisión de Guamajal, ubicada en Villa Clara, para exigir atención médica debido a una sicklemia, enfermedad hereditaria que padece y que se caracteriza por acelerar la destrucción de glóbulos rojos.

Entre los síntomas de esta enfermedad también se encuentra la anemia, presión arterial descontrolada, lesiones en la piel, decaimiento y vómitos. A pesar de esta problemática de salud, las autoridades comunistas negaron la licencia extrapenal y lo mantuvieron bajo condena.

Su participación en las protestas masivas, que se vivieron en todas las provincias de la Isla, resultó en dicha sentencia por los supuestos delitos de desacato y desórdenes públicos. Este joven es parte de cientos de cubanos que permanecen privados de su libertad por haber salido a las calles a exigir respeto a los derechos humanos, un sistema democrático y libertad.

La organización Prisoners Defenders, encargada de llevar un conteo sobre los presos políticos en el país caribeño, ha señalado en sus diferentes informes que estos convictos sufren torturas físicas y psicológicas a cargo de los agentes castristas, además de no recibir una alimentación adecuada y tampoco medicamentos cuando se encuentran enfermos.